El anteproyecto de la línea 4 del Metro tiene tres alternativas de trazado, pero los técnicos de la Junta apuestan por el que prevé que el tren pase en superficie por la Cartuja, soterrado por la Ronda de Triana y prolongue casi un kilómetro más el túnel con tuneladora que salva la dársena del río y los terrenos portuarios hasta la entrada en el parque Celestino Mutis. Así, el topo mecánico se usaría para hacer el túnel bajo Reina Mercedes, el Hospital Virgen del Rocío y el cruce bajo la línea ferroviaria Sevilla-Cádiz.
El trazado circular de las tres opciones prevé que el suburbano no vaya bajo tierra por la Isla de la Cartuja, así como tampoco en su paso por el Guadalquivir. Una pasarela salvaría el río (a la altura de José Díaz) y daría cabida a ciclistas y peatones. Eso sí, los vehículos no podrán circular por ella. Así lo explicó ayer José Luis Nores, director gerente de Ferrocarriles Andaluces.
Por la Ronda de Triana, López de Gomara y Blas Infante, la zona trianera de esta línea, el Metro iría también bajo tierra.
De esta forma, en la red del Metro que resta por levantarse, habría cinco tramos que no son subterráneos: en la línea 2 en el cruce de la SE-30 en Sevilla Este y entre los polígonos el Pino y Parsi; en la línea 3 en la Ronda Norte y en la avenida de Jerez; y en la línea 4 en la Cartuja.
Precisamente en esta isla el metropolitano discurriría paralelo al Cercanías, puesto que éste está previsto que circule por la avenida Carlos III y el Metro, por Américo Vespucio.
Pero no es ésta la única coincidencia en la red del Metro. Un tramo de la línea 3 se solapa con la línea 1 en el entorno del Prado y la Borbolla.
La inversión necesaria para hacer la línea 4 sería de 1.090 millones de euros, según la opción "preferente" de los técnicos. Con todo, estos proyectos tienen que pasar por un periodo de alegaciones y antes se analizarán en las juntas municipales de distrito (a partir de la próxima semana).
Según la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar (que pretende acudir a alguna de estas reuniones), se podrían aceptar cambios en los proyectos si los técnicos consideran que los mejoran. Lo que todavía no está claro es la fórmula de financiación. Ni siquiera hay un acuerdo cerrado con el Estado para que aporte un tercio. Sólo hay fecha para los tramos prioritarios.
