Cultura

El microrrelato, el más difícil todavía de la literatura

el 23 mar 2010 / 20:19 h.

Hace nueve años, la escritora Clara Obligado publicó en la editorial Páginas de Espuma una antología de microrrelatos titulada Por favor, sea breve, que tuvo una extraordinaria acogida. Dicho éxito ha propiciado ahora una nueva entrega, Por favor, sea breve 2, que reúne casi dos centenares de textos, con autores de la talla de Luis Mateo Díez, Hipólito G. Navarro, Andrés Neuman, Ana María Shua o José María Merino, entre otros.

“Un microrrelato es el más difícil todavía de la literatura”, explica Obligado, a la sazón autora del libro Las otras vidas. “Desde mi experiencia como escritora, puedo decir que escribo novelas cuando tengo poco tiempo, escribo cuentos cuando tengo un poco más, y aún no encuentro el tiempo para escribir microrrelatos. Una novela de mil páginas puede ser laboriosa, pero más difícil es reunir suficientes buenos microcuentos para formar un libro”, agrega.

La antóloga cree también que la alta calidad de estos textos destierra muchos prejuicios. “Brevedad no es superficialidad”, asevera, “y ya decía Machado que, en literatura, lo que se gana en extensión se pierde en intensidad.  Hay quien piensa que este es un género de perezosos, pero si así fuera no creo que la pereza tenga nada malo: la literatura surge del ocio, y no del negocio. Y para pensar hay que ser un poco ocioso”.

Por último, Obligado regala la receta para distinguir un buen microrrelato de una simple ocurrencia: “La prueba más difícil es que no sobre nada; también debe  ser como un golpe, que se te meta en la cabeza y te cambie la forma de ver las cosas. Y si nada de esto te conmueve, tal vez debas aprender a leer mejor”, concluye.

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