Texto y vídeo: Elisabeth Moreno / Bianca Lionte
La última oleada de robos en el barrio de Pino Montano está alertando a vecinos y comerciantes que dicen sentirse inseguros tanto en la calle y en las tiendas como en sus casas. Las víctimas suelen ser las mujeres y los niños que son los más vulnerables ante las continuas amenazas de estos delincuentes, en su mayoría menores de edad.
Las agresiones suelen pasar a diario a última hora de la mañana y a partir de las seis de la tarde por ser las horas menos concurridas. Los vecinos sufren desde tirones por la calle, hasta robos a mano armada en tiendas y pequeños comercios. El miedo se ha apoderado de este barrio hasta tal punto que los que viven aquí no se atreven a salir a la calle, incluso hay gente que ha sufrido ataques a causa del fuerte impacto: "He tenido que auxiliar a varias personas después de haber sufrido un atraco" asegura Cecilia Montanés, dependienta de un comercio de la calle Corral del Agua.
Ante todos estos actos vandálicos, la comunidad de vecinos y comerciantes de Pino Montano se van a reunir mañana a las 12 en la Plaza de la Iglesia para reivindicar un sistema de seguridad efectivo, como por ejemplo una patrulla de policía rondando por el barrio, ya que los afectados aseguran que la policía tarda mucho en llegar: "Cuando se llame a la policía, que por favor vengan inmediatamente, no a los tres cuartos de hora" afirma Tamara Bravo quien asegura también que "las pérdidas son increíbles, más de 150 pares de zapatos que se pierden al año".
Los delincuentes van robando desde zapatos, ropa, cadenas de oro, bolsos, hasta cajas registradoras, lo que ha propiciado que muchos de los comerciantes hayan optado por aumentar las medidas de seguridad: "los agresores roban a punta de navaja y palos" asegura Mari Carmen Ruiz, dueña de uno de los comercios de Pino Montano.
El problema radica en que los atracadores son menores de edad, lo que dificulta aún más las medidas que pueda tomar la policía.