Cofradías

El Miércoles Santo pasó la prueba del agua

La provincia consiguió lucir sus pasos bajo un cielo que estuvo siempre amenazante y después del fiasco que muchos vivieron el Martes Santo.

el 20 abr 2011 / 18:21 h.

La Oración en el Huerto pasando por primera vez por la remodelada Huerta del Hospital de Morón de la Frontera.

Tras un Martes Santo pasado por agua, en el que la mitad de las cofradías no pudieron hacer estación de penitencia en la provincia, la tregua que el cielo brindó este Miércoles Santo se vivió con júbilo en los numerosos municipios que tenían estación de penitencia prevista para el Miércoles Santo.

Es el caso de Dos Hermanas, que vio salir a la Hermandad de la Oración en el Huerto, que tiene más de 500 años y setá muy ligada a la historia de la ciudad independientemente de las discusiones de si es la más antigua o no. Para años también, los que lleva Juan Martín Iñigo en la corporación, que por sus bodas de oro con la medalla recibió un homenaje. “Nos vemos durante todo el año y después de cinco siglos, todas las familias tienen algo que contar, todas tienen un bisabuelo o un tatarabuela que estuvo en la junta de gobierno y anécdotas con la cofradía”, comentó con entusiasmo poco antes de salir. Fue a las 19.00 horas cuando la cruz de guía brotó en la calle Aníbal González inaugurando la procesión.

Mientras, en Écija, el tiempo está dejando, por ahora, a las cofradías de Écija lucirse en las calles, con la única excepción de la Hermandad de Santiago, que tuvo que retrasar en algo más de media hora su salida y adelantar en prácticamente 90 minutos su entrada en el templo, ante la amenaza constante de lluvia la tarde del Martes Santo. De este modo,  hubo nubarrones, pero el cielo abrió para dejar desfilar al Cristo de la Salud, a la Virgen de los Dolores y a la Coronación de Espinas, los tres pasos de la cofradía de San Gil, que puede presumir de ser la que tiene más devotos. De hecho, miles de ecijanos y forasteros hacen estación de penitencia con el Cristo de la Salud, al que agradecen la supuesta intercesión en curaciones. Es lo que se conoce como cera de devoción. De todas maneras, la corporación decidió adelantar su entrada ante el temor de que la pillara la lluvia.

Por otro lado, después de que el Martes Santo sí dejara a Utrera huérfana de Semana Santa, al no poder procesionar la Hermandad de Estudiantes, el día se despertó con mejores aires. La Hermandad de los Aceituneros pudo realizar su estación de penitencia como estaba previsto. La hermosa torre de la parroquia de Santa María de la Mesa contempló un año más la difícil salida de los pasos de esta cofradía en un instante en que las calles comenzaron a inundarse con los blancos hábitos penitenciales que la caracterizan.

Entretanto, en Morón de la Frontera, la Hermandad de Loreto estrenó por la tarde nuevo recorrido aprovechando la construcción de un paseo en las antiguas cocheras de la Huerta del Hospital. De este modo, hizo suyo un espacio históricamente vinculado al barrio y al antiguo convento de los franciscanos. Fue así un miércoles Santo que pudo aprovechar el Cristo de la Oración en el Huerto y la Virgen de Loreto para realizar la estación de penitencia más tardía de los últimos 30 años.

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