De la construcción del primer tramo de la SE-35 dependen, entre otras cosas, el centro comercial y la segunda tienda que Ikea quiere abrir en Sevilla, las 345 VPO de Buen Aire y las casi 4.000 viviendas de la primera fase de Santa Bárbara (donde se prevén un total de 17.000). Sin embargo, el último informe sectorial del Ministerio de Fomento, en concreto de Carreteras, no llega. Por eso el pasado martes (en el encuentro Infraestructuras en Andalucía, presente y futuro organizado por El Correo de Andalucía)el delegado de Urbanismo, Manuel Rey, le arrancó un compromiso a la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez Piñero, quien prometió agilizar y priorizar la redacción de dicho informe sectorial.
El escollo a solventar se refiere al desvío de colectores, algo que está impidiendo que la Gerencia de Urbanismo saque a concurso la obra del primer tramo de la nueva ronda de circunvalación, entre Emilio Lemos y la A-4.
Además, el Ministerio planteó que el Ayuntamiento tenía que hacerse cargo de la Ronda Supernorte, algo que el Consistorio descartó en estos momentos de crisis porque la recepción de esta vía estaba ligada a la construcción de toda la SE-35, y no a un tramo. Además, las deficitarias arcas municipales no tienen fondos para hacerse cargo del mantenimiento de esta carretera, hasta ahora bajo el paraguas del Estado.
Tras recibir el informe favorable de Aena (necesario porque la SE-35 se encuentra en el ámbito de las servidumbres aeronáuticas del aeropuerto), el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo aprobó el pasado mes de julio el proyecto de construcción de un tramo de 4,7 kilómetros, entre la A-4 (enlace junto al aeropuerto) y la futura variante de la A-92, cuya traza discurrirá al norte de Torreblanca. Un tramo vital para el noroeste de la ciudad al ser la alternativa a la Supernorte.
La obra supondrá una inversión de 41 millones de euros. Este primer tramo consta de dos subtramos: el primero, de 2,196 kilómetros, irá del enlace con la A-4 al encauzamiento del arroyo Ranillas, junto a San Pablo. Eso sí, esta vía sólo tendrá dos carriles por sentido. Además, albergará una glorieta sobre el canal del arroyo Ranillas, que se conectará a la prolongación de Emilio Lemos. El arco Norte discurre entre la Autovía de la Plata (A-66) y la A-4 y supone la prolongación funcional noreste de la SE-30. Estaba previsto que antes de final de año se licitase la obra del primer tramo, de la A-4 hasta Emilio Lemos.
