Los 1.500 habitantes de Almadén de la Plata llevan dos días con el alma en vilo, desde que supieron que tendrían como vecinos a Manuel González González, conocido como el loco del chándal, que ha salido de prisión, donde ingresó por atacar a 16 mujeres y matar a una de ellas, gracias a la derogación de la Doctrina Parot. Ayer, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se comprometió a garantizar la seguridad en el municipio con una presencia visible de la Guardia Civil, aunque no se comprometió a reabrir el viejo cuartel, como reclama la localidad. El alcalde, José Luis Vidal, ya ha anunciado que continuarán movilizándose.
Fernández Díaz, que acudió ayer a Sevilla para presidir la entrega de los premios Plaza de España, explicó que dadas las circunstancias que concurren en este caso, la Guardia Civil va a estar especialmente presente y visible en la zona estos días para mayor tranquilidad de los ciudadanos. El ministro consideró lógica la alarma social y la preocupación que sienten los vecinos, que ayer se concentraron para impedir su vuelta, por la puesta en libertad de Manuel González, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anulara la conocida como Doctrina Parot.
Sin embargo, incidió en que, pese a la alarma social, el dolor y la indignación que nos causa su excarcelación, los reclusos que están saliendo de prisión no están sometidas a medidas de libertad vigilada que llevan anexas medidas de seguridad. No obstante, recordó que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional tienen la misión de velar por la seguridad ciudadana, intentar prevenir y evitar la comisión de delitos.
A lo que el ministro no hizo ningún tipo de referencia es a la reapertura del cuartel que la Guardia Civil tenía en la localidad hasta hace un año y medio, tal y como exigen los vecinos de Almadén. Por ello, el alcalde, tras conocer estas palabras aseguró que van a solicitar una reunión con la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, para solicitarle su reapertura.
Si sus peticiones no son atendidas, Vidal dejó muy claro que se trasladarán a Madrid para exigirle al Gobierno Central que recupere el cuartel. Las palabras del ministro no nos han dejado nada contentos, porque sólo se compromete a mantener la seguridad unos días y lo que nosotros queremos es una presencia permanente, añadió. Así, recordó que ahora mismo el cuartel más cercano está a 25 kilómetros de distancia, en El Ronquillo, y que debido a que son una población pequeña no tienen presupuesto para contar con Policía Local. Tenemos unos vigilantes y ya no tienen ni coche, dijo.
El loco del chándal fue condenado en 1993 a 169 años de prisión por asaltar a 16 mujeres y matar a una de ellas. Tras salir el 22 de noviembre de la prisión de Brians II, en Barcelona, vive en Martorell desde donde piensa trasladarse a Almadén, la localidad natal de su madre. Ayer su abogado pidió explicaciones a la Fiscalía, porque desde que abandonó la cárcel está siendo vigilado por los Mossos dEscuadra.
