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El misterio de las dos fortalezas perdidas

Increíble pero cierto. Al menos dos de los monumentos del término municipal de Écija declarados Bien de Interés Cultural (BIC) no están localizados. Y no se tiene constancia física. Es decir, que nadie los ha visto ni sabe dónde están. Se trata del recinto amurallado de la Isla del Castillo y el castillo de Alhocen.

el 15 sep 2009 / 09:52 h.

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Increíble pero cierto. Al menos dos de los monumentos del término municipal de Écija declarados Bien de Interés Cultural (BIC) no están localizados. Y no se tiene constancia física. Es decir, que nadie los ha visto ni sabe dónde están. Se trata del recinto amurallado de la Isla del Castillo y el castillo de Alhocen.

"Tenemos fuentes documentales que nos hablan de su existencia, pero nada más", explica el arqueólogo municipal, Sergio García-Dils, para añadir que tanto los restos de la muralla como los de la fortaleza no aparecen más que pintados o reseñados sobre el papel.

La paradoja supone que, desde mediados de los años ochenta, hay en el extenso término municipal ecijano dos monumentos que hay que proteger pero que nadie recuerda haber visto nunca ni sabe "a ciencia cierta" dónde estaban ubicados, apostilla el arqueólogo municipal.

Por supuesto, tampoco sabe nadie dónde están ahora. "Se trata de dos de los ocho BIC que fueron inscritos de forma discrecional", recuerda García-Dils, apuntando al origen grupal de los monumentos invisibles.

En cuanto a la declaración de nuevos bienes culturales en la localidad, está en marcha el expediente para declarar monumento protegido al convento de las Marroquíes.

En este caso, los trámites se han iniciado en un momento que coincide con el posible abandono del templo, ya que religiosas que lo ocupan actualmente, las concepcionistas franciscanas, anunciaron hace poco que tendrán que irse a consecuencia de la falta de vocaciones religiosas.

En la resolución que inicia el expediente, la Dirección General de Bienes Culturales destaca que el convento de las Marroquíes "constituye un magnífico ejemplo del arte mudéjar y barroco andaluz, cuyos valores históricos y monumentales deben ser protegidos".

El procedimiento abierto también declara protegidos los bienes muebles del convento "por constituir parte esencial de la historia del edificio" y hace saber "a los propietarios, titulares de derechos y simples poseedores de los bienes que tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores".

Además, deberán permitir su inspección por las personas y órganos competentes de la Junta de Andalucía, así como su estudio por las personas investigadoras acreditadas por la misma.

La nueva calificación implica que el Ayuntamiento suspenda las obras que se estén acometiendo y las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las zonas afectadas, así como de los efectos de las ya otorgadas, hasta que se obtenga la autorización de la Consejería competente en materia de patrimonio histórico.

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