M.J.C.
El molino de la Mina aprende de los errores del pasado y hará frente a las humedades. Los técnicos municipales buscan un sistema para hacer que este enclave sea visible al público, pero sin sufrir los problemas del molino de la Tapada, donde se instaló una cristalera que se empañaba constantemente por la condensación de agua.
El Molino de la Mina está a punto de convertirse en el nuevo reclamo turístico de la ciudad. Este antiguo y bien conservado edificio, el único construido bajo tierra de toda Europa, podrá verse desde la calle. Una cristalera a la entrada del teatro Gutiérrez de Alba mostrará a los ciudadanos el interior de esta antigua construcción que ha permanecido casi intacta con el paso del tiempo.
Pero los técnicos van con pies de plomo, porque quieren evitar que pase lo mismo que en el molino de La Tapada, que se utilizó también la opción de la cristalera con no muy buen resultado. Por eso estudian fórmulas para que no se empañe. Así, aunque se apuesta por instalar unas cristaleras en el suelo a la entrada del teatro, esta instalación irá acompañada por un sistema
antihumedades. Así, bajaran la posibilidad de ubicar unas turbinas de aire para evitar la humedad del cristal. La vista a través del cristal se completará con paneles que explicativos que aclararán cualquier dato sobre este monumento considerado una joya del patrimonio local.
El enclave del molino ha favorecido su conservación ante la erosión por el paso del tiempo. Por ello, la concejalía de Patrimonio ha pensado en esta fórmula para poder verlo desde la calle y a través de una cristalera para que no se deteriore. En este sentido, desde la concejalía se explica que "el molino tiene una capacidad de carga limitada, y unas condiciones de humedad que hay que mantener". Este proyecto forma parte del Plan Centro, en el que se incluye la peatonalización completa de esta calle.
El molino de la Mina es uno de los monumentos más singulares de los que jalonan el río Guadaíra. Su peculiaridad es que fue construido bajo tierra y justo en la calle más céntrica de Alcalá, a la que llegó a dar nombre -calle La Mina-. Su acceso original por una calle aledaña al teatro fue tapado cuando dejó de usarse. Ahora sólo se puede entrar desde una alcantarilla localizada en la entrada del teatro y bajo la supervisión expresa del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, ya que la entrada es muy angosta.
