Lo anunció ayer la concejal de Turismo, Laura Ballesteros, tras aprobarse el inicio de los trámites para la concesión de su explotación. Está previsto que el restaurante que se abra incluya una amplia terraza y que tenga opciones de utilizar los embarcaderos con paseos en canoas, un servicio que también se pondrá en marcha en breve.
Este proyecto se enmarca dentro del plan del equipo de gobierno (PSOE) para que los molinos sean polos de atracción para el turismo, pero quedando plenamente integrados en la ciudad. En este sentido, cabe resaltar que el molino se encuentra en los bajos del Puente del Dragón, emblema de la Alcalá de Guadaíra moderna y punto de peregrinación para el ocio y esparcimiento de vecinos y visitantes de toda Sevilla los fines de semana.
Toda esta apuesta corre paralela a la rehabilitación del Guadaíra, sus riberas y su patrimonio. De hecho, este patrimonio supone un valor añadido para la declaración de Monumento Natural del río, por la que pelea actualmente el municipio.
Este molino fue encontrado por casualidad. El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra adquirió hace un par de años una de las pocas granjas que todavía permanecían intactas en el cauce, con la idea de adecentarla. La sorpresa saltó cuando, en las obras para eliminar esta construcción, se comprobó que tras sus muros se conservaba intacto un molino de los de cubo que se creía desaparecido.