Unas botas militares equipadas con un sistema de posicionamiento global, o GPS, permitieron al Ejército colombiano localizar al jefe militar de las FARC, Víctor Julio Suárez Rojas, alias Mono Jojoy, en la selva de La Macarena, donde el miércoles murió en un bombardeo, informaron medios locales.
Otros enseres personales que llevaba consigo el guerrillero, como un reloj de marca y medicación para la diabetes, permitieron una primera identificación del cadáver, a la espera de la confirmación por huellas dactilares que ayer fue anunciada por el ministro de Defensa colombiano, Rodrigo Rivera.
Según el relato que hizo la radio RCN, la inteligencia colombiana pudo interceptar una comunicación de la guerrilla en la que se pedía un calzado especial para el Mono Jojoy, que sufría de llagas en los pies debido a la diabetes que padecía. Las fuerzas de seguridad lograron acceder al envío para instalar el sistema de seguimiento. Cuando el guerrillero recibió el calzado, no detectó que tenía un GPS instalado, y el sistema estuvo transmitiendo la señal durante varios días, si bien no se detectó movimiento hasta el lunes pasado, día del primer bombardeo, que no tuvo éxito.
El jefe de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se movió entonces a otro campamento, que fue bombardeado en la madrugada del miércoles y allí murió. "Ésta fue una operación quirúrgica porque no iba dirigida a desmantelar el campamento sino contra el objetivo. Sabíamos que tenía la costumbre de entre la 1 y 4 de la mañana de levantarse y consultar documentos (...) por eso se decidió que fueran a las dos de la mañana", declaró ayer el ministro Rivera, a la emisora La W. El ministro también anunció que se ha logrado la identificación del guerrillero por huellas dactilares y por un rolex.
Hasta el final. Este golpe a las FARC ha dado ánimos al Gobierno a seguir combatiendo a la guerrilla. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, prometió que se seguirá con la lucha contra esta guerrilla hasta que se desmovilice y entregue las armas, en una alocución desde Nueva York. Además, el presidente de EEUU, Barack Obama, le felicitó durante una reunión que mantuvieron ayer para profundizar en la cooperación.
Las FARC, por su parte, afirmaron ayer que sigue "reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición", en su primer pronunciamiento tras la muerte de su jefe militar. "El único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante", subraya un comunicado del órgano de difusión de las FARC, la revista Resistencia. "Las demás estrategias sólo contribuyen a prolongar la espiral de la guerra", sostienen las FARC, al insistir en la invitación que hizo su jefe máximo, Guillermo León Sáenz a Santos para "sentarse a conversar".
