Tras cuatro años de obras y siete meses de retraso sobre la fecha anunciada para su apertura al público, pese a estar terminado, el Muelle de Nueva York que recupera para la ciudad la margen izquierda del Guadalquivir desde el Puente de San Telmo al de Los Remedios abrió ayer sus puertas al público. Un paseo de 800 metros a orillas del Guadalquivir que, no obstante, solo se podrá disfrutar por el día (en horario similar al de los parques, de 8.00 a 22.00 horas), ya que el Ayuntamiento prevé cerrarlo de noche para evitar el vandalismo y "que se convierta en un espacio para macrobotellones".
Aunque el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, dejó claro que el cerramiento -que compete al Puerto como propietario del suelo- ya está listo, es uno de los flecos pendientes, al igual que la apertura de los kioscos-bar instalados desde hace meses pero que siguen cerrados y de cuyo deterioro ante el desuso alertaron hace unos meses los responsables del proyecto, los arquitectos Antonio Barrionuevo y Julia Moino. Según las previsiones municipales ambos estarán listos en un mes, ya que la Gerencia de Urbanismo sacará esta semana la licitación de la obra del cerramiento y la explotación de los kioscos, según avanzó el delegado de Turismo, Gregorio Serrano. Mientras, la Policía Local vigilará especialmente la zona de noche.
Con todo, el proyecto -que se inició en 2008 con una primera fase de regenaración medioambiental terminada en 2010 para continuar desde entonces con la dotación de fuentes, farolas, bancos y demás- no estará completo hasta primavera (el objetivo es que esté listo antes de Feria).
Queda instalar una segunda pérgola, un mosaico interpretativo del río y la veintena de casetas para la galería de artesanos a la que tendrán que trasladarse "les guste más o menos", según Serrano, los artesanos que actualmente ocupan el antiguo Mercado del Postigo, previo pago de una tasa por ocupación de espacio público. El Consistorio amagó a finales de 2011 con expulsar a estos artesanos tras 30 años en el edificio municipal que quiere recuperar para uso administrativo, aunque tras sus denuncias se comprometió a buscarles una alternativa consensuada. El Muelle de Nueva York se puso sobre la mesa pero nada se concretó. Ayer Serrano lo dio por hecho.
Al margen de estos retoques, con un presupuesto de 400.000 euros de un total de 2,5 millones cofinanciados por la Junta y el Ayuntamiento, ayer tanto el alcalde, Juan Ignacio Zoido, como el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, el presidente del Puerto y el de la patronal sevillana, Miguel Rus, se congratularon de que la ciudad recupere ese espacio junto al río, tan importante en su historia, llamado a convertirse en un atractivo turístico que diversifique la oferta de la ciudad en un sector "cada vez con más competencia" y atraiga cruceros.
Si en todos estos meses de retraso, el Consistorio alegó problemas para cerrar la agenda con la Consejería de Turismo, ayer el discurso municipal cambió y Zoido alabó el "modelo de cooperación institucional y con la iniciativa privada" usado, mientras se atribuyó el retraso a la necesidad de ultimar las tareas de jardinería, red eléctrica y acometida del agua.
A la inauguración asistieron los portavoces municipales de los tres grupos municipales y varios ediles. Desde IU, Antonio Rodrigo Torrijos, quiso dejar claro que el proyecto fue iniciado por el anterior Gobierno municipal y achacó el retraso de la apertura a un intento del PP "de que no se identifique con el Gobierno anterior, como el parque del Charco de la Pava". Desde el PSOE, Antonio Muñoz, recordó que aún quedan pendientes de recuperar otras zonas del río y confió en que el Ayuntamiento siga invirtiendo en ello porque "la recuperación del río desde el punto de vista turístico es la asignatura pendiente de Sevilla ". El río, de hecho, es el eje del Plan Turístico que concluye en 2013. Está pendiente el centro de interpretación en Marqués del Contadero.
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