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El mundo en el año 11

Qué tiene que ver un huerto inglés de alquiler con una ciber-mamá? Aparentemente nada, pero a juicio de quienes aspiran a vivir en el año 11 d.G. (once años después de google) y no en el año 2009 (d.C.), estos son dos ejemplos muy ilustrativos de cómo se afronta la actual crisis...

el 15 sep 2009 / 23:31 h.

Qué tiene que ver un huerto inglés de alquiler con una ciber-mamá? Aparentemente nada, pero a juicio de quienes aspiran a vivir en el año 11 d.G. (once años después de google) y no en el año 2009 (d.C.), estos son dos ejemplos muy ilustrativos de cómo se afronta la actual crisis. En este siglo XXI, a pesar de su pésimo arranque, debería existir algo más práctico que esos cien mil ingleses en lista de espera, que aspiran a alquilar pequeñas parcelas, por un euro semanal, para cultivar verduras y frutas. En palabras de una de las dirigentes de una organización benéfica que ofrece suelo para esos diminutos huertos, "la crisis del materialismo se traduce en un apego a la familia, la tierra y el cultivo de los propios alimentos".

O algo más ambicioso que esas "ciber-mamás frugales" (Frugal Cybermoms). Unas amas de casa que, según el Financial Times, en pocos meses han saltado a la fama gracias a sus blogs con consejos de cómo ahorrar, consumiendo productos más baratos. Como Stephanie Nelson (CouponMom.com), una madre con tres hijos sin experiencia empresarial, cuyo blog tiene actualmente más de 1,4 millones de suscripciones online, ofreciendo algo tan antiguo como los cupones de tiendas con ofertas de productos. ¿Recuerdan los vales de aquella cadena alemana de supermercados que hacía el agosto en la España de los 70? Algo parecido.

Solo faltaría, a la vista de tanto revival económico en la era de la sociedad de la información, que alguien defienda el regreso a la economía del trueque. Es paradójico que este mismo año, en el que la cuarta parte de la población mundial será usuaria de Internet, estén de moda, en los 112 millones de blogs que pululan por la Red, los dedicados a recetas de comida barata, ofertas 2x3, chollos de última hora y reciclajes ahorrativos varios. Lo que no deja de ser un síntoma de la magnitud del problema que tenemos delante de nuestras narices. ¿Es compatible una economía google con cupones del súper?

Se ha escrito, con escaso aprovechamiento, que la tan criticada burbuja del año 2000, de las avariciosas y etéreas empresas puntocom, facilitó que más de 400 millones de personas se convirtieran en usuarios de Internet. Una drástica caída de Wall Street, que estuvo acompañada del desarrollo de empresas globales como Yahoo, Google o eBay. Una lección pos-crisis, que invita como mínimo a reflexionar.

A pesar de la insolente juventud de esta nueva era digital y de la dureza de la crisis, debería existir algún resquicio para la imaginación. Saber si estamos en condiciones para preguntarnos por quienes serán los ganadores y perdedores de ese fenómeno emergente del mundo web 2.0. Debemos interrogarnos por la existencia de algún rincón de nuestro cerebro colectivo, que permita pensar en algo más sofisticado que estos humildes ejercicios de austeridad doméstica. No obstante, mientras nos aclaramos, mientras nos devanamos los sesos acerca de un futuro que hoy parece estar ausente de nuestras vidas, ¿sabe alguien dónde he puesto mis vales del súper?

Abogado

opinion@correoandalucia.es

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