Deportes

El muro de las lamentaciones

El Betis pide unidad a la afición de cara al domingo, pero sigue entrenando a puerta cerrada, de espaldas a esa misma afición que ha de ingeniárselas para poder ver los entrenamientos.

el 25 nov 2009 / 13:07 h.

Apenas se habían cumplido unos minutos de las 10:00 y una media docena de aficionados se congregaba en la puerta de vehículos de la Ciudad Deportiva Manuel Ruiz de Lopera.

La mediación de unos empleados de la entidad, unida a la actitud pacífica de los hinchas, desconvocó una nueva reunión de protesta antes de la sesión matinal de entrenamiento, una muestra de disconformidad que ya fue empleada antes del choque de Elche.

Poco después, y de forma progresiva, los pupilos de Tapia conducían sus coches rumbo al parking interior de las instalaciones. En la sesión, que se prolongó durante apenas una hora, el técnico baenense diseñó un circuito técnico y, posteriormente, una suave fase de carrera continua, en la que los aún convalecientes cumplieron con las exigencias sin problemas.

Pese a la calma, unos cinco hinchas presenciaron desde la parilla exterior el entrenamiento y lanzaron algunas consignas en contra del guardameta Iñaki Goitia, que continuó con su trabajo sin inmutarse.

Tapia ha decidido blindar a sus jugadores con el fin de evitar una crisis aún mayor en las relaciones entre afición y equipo. Sin embargo, los abonados y simpatizantes, que continúan adheriéndose a la manifestación del 29-N, apenas se prodigaron tras el entrenamiento.

Todos los jugadores, incluidos los miembros del cuerpo técnico, escaparon de las iras de los opositores, que abandonaron la instalación de Los Bermejales alrededor de las 13:00.

Los convalecientes mejoran

Mientras, la enfermería verdiblanca continúa restando integrantes a su capítulo de bajas. Ayer se reincorporó a la rutina del grupo el internacional alemán David Odonkor, ausente en los últimos compromisos a causa de una tendinitis rotuliana.

El interior diestro completó la sesión sin ningún obstáculo y su evolución cumple los plazos marcados por el jefe de los servicios médicos heliopolitanos, Tomás Calero.

Mientras, el mediocentro Iriney, uno de los ausentes en la medular junto a Juande y Capi, entrenó ayer al margen del grupo a causa de su elongación en el bíceps femoral de la pierna izquierda, aunque sus sensaciones fueron muy positivas.

Quienes no pisaron el césped fueron el mediocentro Capi, que en unos 10 días iniciará el trabajo específico para ir fortaleciendo la zona dañada -padece una rotura fibrilar en el abductor de su pierna derecha- y el arquero Casto.

Por otra parte, Tapia ya prepara, debido a las bajas, el once inicial que formará ante Las Palmas. La principal novedad, debido al adiós de Carlos García en la zona central, podría ser la titularidad de Iriney en la medular y la de Arzu y Melli en la zaga.

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