El museo de Artes y Costumbre acoge desde ayer la muestra Lina vistiendo el flamenco, una exposición que es imprescindible para conocer la evolución que han experimentado los trajes de gitana en los últimos 50 años.
Este recorrido por la historia de la moda flamenca se divide en tres partes: trajes para la Feria, para romerías y para el espectáculo, unos modelos que han sido cedidos para la muestra por la propia Lina y por fieles seguidoras de la diseñadora como la cantante Isabel Pantoja, la bailaora Matilde Coral, la modelo Laura Sánchez o la duquesa de Alba, entre otras.
Una foto de la protagonista con un metro al cuello preside la entrada a la sala donde se exhiben sus obras y ya en su interior hay un pequeño apartado donde se recrea el taller de confección de Lina, que da paso a una colección de vestidos de gitana que van desde los años 60 y principios del 2000.
En la muestra lo que llama la atención es la sencillez de los trajes, por los que parece que no ha pasado el tiempo, a pesar de lo cambiante de la moda. Y es que un modelo de Lina de finales de los 60 sigue siendo actual en cualquier Feria de 2013.
De hecho, una máxima de esta artista de la aguja es confeccionar trajes con buen diseño, cómodos, sencillos y de forma artesanal, que no pasen de moda, porque, en su opinión, un vestido de gitana no debe ir demasiado recargado, para no parecer un árbol de Navidad. Yo he llegado a decir a una clienta que no le cosía el traje que me proponía porque no me gustaba, afirmó ayer con orgullo Lina durante la inauguración de la muestra.
La muestra de la diseñadora Lina sobre el traje de flamenca. /J.M.Espino (ATESE)
Pero no por ello esta diseñadora se ha quedado anclada en el pasado, siempre ha sido una avanzada a sus tiempos y ha apostado por la innovación en la moda flamenca: Antiguamente a las mujeres cuando bailaban se les veían las axilas al levantar los brazos y yo busqué la fórmula para que esto no ocurriese. Asimismo, Lina en sus modelos ha desechado el incómodo y antiestético cordoncillo para encajar el escote y lo ha sustituido por una gomilla, que no se ve y es mucho más cómoda y se ajusta mejor que el cordón, explica.
La muestra de la diseñadora Lina sobre el traje de flamenca. /J.M.Espino (ATESE)
Y es que esta costurera, que soñaba sus modelos, ha apostado por perfeccionar el traje de flamenca hasta el punto de que alguno de los últimos modelos de su firma lleva incorporada una cremallera que no se ve para que las mujeres que llevan trajes muy ceñidos puedan subírselos sin problemas cuando van al servicio en la Feria. Porque, tal y como destacó ayer la a directora general de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas de la Junta de Andalucía, Elia Maldonado, Lina ha sido capaz de unir la tradición y la innovación.
