El futuro Museo de la Cerámica, un nuevo centro de interpretación que está ya casi terminado en la calle Antillanos Campos de Triana, pretende preservar la memoria de este antiguo oficio recuperando parte de la última fábrica que estuvo activa en Triana, la de Santa Ana, para lo que no sólo contará con piezas orfebres de la colección municipal o de la cesión de Vicente Carranza, sino que exhibirá algunos elementos de titularidad estatal, entre ellos, azulejos originales de la Exposición Iberoamericana de 1929, que fue el momento de mayor auge que vivió este arte en el siglo pasado.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, visitó ayer las instalaciones, aún cerradas al público, junto a algunos de los concejales de su gobierno, y aprovechó para anunciar que este centro, que formará parte del museo del Ayuntamiento englobado en el sello Patrimonium Hispalense, contará con piezas de cerámicas originales procedentes de la Plaza de España, ideadas e instaladas de acuerdo al proyecto constructivo de Aníbal González, y que han sido sustituidas a lo largo de los años por réplicas debido a su deterioro, depositándose hasta ahora en almacenes. Estas cerámicas, que cederá el Ministerio de Hacienda, cerrarán el recorrido del museo. Además, el Consistorio trabaja ya en una próxima exposición dedicada a la cerámica del 29.
El alcalde recordó que este centro, financiado por la Junta y el Ayuntamiento a través del plan turístico, podrá abrirse desde abril, ya que dispondrá entonces del contenido montado y del personal necesario para funcionar, contando con un presupuesto de 100.000 euros anuales, que pagará el Consistorio.
El alcalde atribuyó el retraso en la apertura de este museo, cuyo proyecto arranca del anterior mandato, al laborioso proceso de restauración de las piezas. Y aunque evitó concretar la fecha exacta de la apertura, ya que todavía tiene que acordarla con la administración autonómica, sí aclaró ante la inminente llegada de la campaña electoral europea, que impedirá celebrar inauguraciones, las instalaciones se pondrán en servicio aunque sea sin acto oficial. Una vez abierto, el museo será gratis para los sevillanos, mientras que para el resto de visitantes estará incluido en el paquete turístico del Alcázar.
El centro preserva buena parte de la antigua fábrica Santa Ana, aunque también cuenta con nuevas salas en la planta alta para las exposiciones temporales, un salón de actos y zonas para talleres para resucitar la tradición alfarera trianera. Una de sus áreas está dedicada al barrio de Triana, su historia y sus personajes ilustres, y se habilitará también un punto de información turística. De la factoría de Santa Ana se han restaurado varios hornos históricos, alguno de ellos del siglo XVI, el pozo de agua, los depósitos de arcilla, las molinas de minerales, las almágenas o recipientes para guardar los pigmentos preparados, el torno de alfarero, las tablas de oreo de piezas y secado de moldes o el tablero donde los pintores decoraban los grandes paneles de azulejos.
