Cultura

El Museo del Prado invita a un Picasso

el 22 ago 2011 / 16:09 h.

'El acróbata de la bola', de Picasso.

La acróbata de la bola de Picasso será la obra invitada en el Museo del Prado del 17 septiembre al 18 diciembre. Procedente del Museo Pushkin, esta pintura es una de las máximas expresiones del genio de Picasso durante su periodo rosa.

En esta etapa el artista indagó sobre los aspectos constitutivos de la forma, la línea y el volumen, en una búsqueda esencial. La oposición entre la gracia y ligereza de la acróbata y el peso y la rotundidad del atleta, situados ambos sobre sólidos geométricos ante un paisaje depurado, se muestra con perfecto equilibrio, en una gama restringida de color.

A través de las simbólicas figuras del circo, que en esa época visitaba a menudo en París, el pintor realizó una reflexión sobre la propia vida del artista, vinculada con una investigación pura sobre los problemas fundamentales de la pintura.

La obra, adquirida por la norteamericana Gertrude Stein, pasó luego a la Galería de Kahnweiler, que la vendió en 1913 al coleccionista ruso I. A. Morosov. Tras la Revolución, pasó a formar parte de las colecciones estatales, y sólo en contadas ocasiones ha sido prestada por el Museo Pushkin de Moscú, en el que se conserva.

DESDE RUSIA

Asimismo, otra de las grandes citas en el Museo del Prado para el próximo curso será la exposición organizada en el marco de la celebración del Año Dual España-Rusia 2011 como parte del acuerdo suscrito entre el Prado, el State Hermitage Museum y Acción Cultural Española para la materialización de un intercambio de colecciones sin precedentes. Será entre el próximo 8 de noviembre y el 25 de marzo de 2012.

La primera parte de este intercambio se celebró con El Prado en el Hermitage (25 de febrero - 29 de mayo de 2011) una exposición que presentó en San Petersburgo un conjunto de sesenta y seis pinturas de las escuelas española, italiana y flamenca.

Ahora, Tesoros del Hermitage permitirá al público español contemplar ciento setenta obras -incluidas piezas arqueológicas, objetos de artes decorativas, pinturas, esculturas y dibujos- del museo ruso que mostrarán la variedad y amplitud artística y cronológica de sus colecciones desde el siglo V a.C. hasta el siglo XX. La muestra ocupará todas las salas de exposiciones temporales de la ampliación del Museo que, durante más de cuatro meses, pasará a convertirse en un pequeño Hermitage.

OBRAS SEÑERAS

El recorrido pictórico abarcará obras tan importantes como el San Sebastián de Tiziano, el Tocador de laúd de Caravaggio, el San Sebastián de Ribera y el Almuerzo de Velázquez. También tendrán cabida dos obras de la importante colección de Rembrandt que atesora el Hermitage: Retrato de un estudioso y Haman reconoce su suerte.

De su colección de dibujos, vendrán obras de Durero, Rubens, Watteau e Ingres y, entre las esculturas, pueden destacarse el boceto en terracota de Bernini para el Extásis de Santa Teresa, y una de las obras maestras en mármol de Antonio Canova, la Magdalena en meditación.

La exposición contará también con ejemplos de las célebres colecciones de pintura impresionista y post-impresionista del museo ruso, en la que estarán representados Monet, Cézanne, Renoir, Gauguin y Matisse. De Picasso se incluirán tres lienzos, entre ellos Mujer sentada y Bebedora de absenta y completarán la selección dos obras rusas de la vanguardia abstracta, la Composición VI de Kandinsky y el Cuadrado negro de Malevich.

Entre las piezas destacadas de las colecciones arqueológicas estarán el Peine con escena de batalla y las obras de joyería siberiana que proceden de las colecciones de Pedro el Grande. En cuanto a los objetos de artes decorativas, se incluirá la espada decorada con plata, rubíes e diamantes, donada al zar en el siglo XVIII por el embajador indio, y el Vaso de flores en cristal de roca, oro y diamantes del joyero de la familia imperial, Carl Fabergé (1846-1920).

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