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El naufragio de un pesquero deja un muerto y 4 desaparecidos

La tragedia en alta mar volvió a golpear al pueblo gallego. Un marinero falleció y otros cuatro siguen desaparecidos en el naufragio de un pesquero en aguas de A Coruña. Aunque se rescató con vida a tres tripulantes, el temporal reduce las opciones de hallar supervivientes.

el 14 sep 2009 / 22:45 h.

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La tragedia en alta mar volvió a golpear al pueblo gallego. Un marinero falleció y otros cuatro siguen desaparecidos en el naufragio de un pesquero en aguas de A Coruña. Aunque se rescató con vida a tres tripulantes, el temporal reduce las opciones de hallar supervivientes.

El viento y las olas hacían ayer imposible la búsqueda de los desaparecidos en Galicia, lo que hacía presagiar el peor de los desenlaces posibles. "Va a ser muy difícil que se encuentren con vida", reconoció el armador del pesquero Paya Esteiro, Javier García, que salvó a dos de los tres marineros rescatados del hundimiento del buque.

La pesadilla para los marineros comenzó a las 2.30 horas de ayer, cuando el pesquero Cordero, un barco "moderno" de apenas nueve años, se hundió, aún por causas desconocidas, a 30 millas de las costas de A Coruña con ocho tripulantes a bordo. El pesquero fue sorprendido por el temporal con vientos de más de 90 kilómetros por hora, olas de nueve y diez metros y visibilidad nula cuando se disponía a regresar a puerto, donde tenía que embarcar a un marinero indonesio para la campaña de la caballa.

Salvados.Tres de ellos, dos gallegos y un indonesio, pudieron ser rescatados con vida por un pesquero y una lancha rápida Salvamar Mirsak, después de permanecer más de dos horas sobreviviendo en las gélidas aguas. Nada más pisar tierra, los rescatados fueron trasladados al hospital Juan Canalejo de A Coruña.

Aunque en principio los tres marineros estaban en buen estado y sólo con leves síntomas de hipotermia, uno de ellos, el patrón mayor del barco, Marcos Antonio Ures, permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por la cantidad de agua que había entrado en sus pulmones. No obstante, su vida no corre peligro.

Pero lo peor estaba todavía por llegar. El helicóptero Pesca I de la Xunta de Galicia consiguió rescatar el cadáver de uno de los desaparecidos, que fue localizado a 21 millas al norte de Cabo Prior (A Coruña). Poco después se supo que el cuerpo del tripulante rescatado era el del primer mecánico Francisco Alboreda, de la parroquia de Novás del municipio de Porto do Son, según confirmaron los armadores del barco.

El resto de la tripulación, dos gallegos -Alberto Otero González y José Alfonso Sotelo-, y otros dos de nacionalidad indonesia y residentes en Coruña, Slamet Hermanto y Rudiyanto Wayudi, continuaban desaparecidos al cierre de esta edición y, además, con el tiempo jugando en su contra. "En una balsa se puede aguantar más tiempo, pero no en el agua", indicó el armador del Cordero, José María Santiago. La esperanza de encontrarlos con vida se agota con el paso de las horas y más aún uno de los tripulantes de la embarcación Praia Besteiro, que colabora en las labores de rescate, narró a la Cadena SER cómo vieron "cuerpos flotando", pero que ya no pudieron hacer nada.

El temporal.La búsqueda de los cuatro desaparecidos, coordinada por Salvamento Marítimo -con ayuda de los medios de la Xunta de Galicia y de seis pesqueros que faenaban en la zona- tuvo que ser interrumpida debido al mal tiempo y la escasa visibilidad. En todo caso, se retomará la búsqueda cuando las condiciones mejoren. El único que permanecía operativo, el buque Don Inda, se replegó a las 22.00 horas de ayer, tras permanecer "vigilante" en la zona del naufragio, donde el pecio está a 300 metros de profundidad sin saber si hay tripulantes en su interior.

Eso se sabrá en cuanto el temporal, de fuerza 11, con vientos de 102 a 117 kilómetros por hora, olas de 10 metros y visibilidad "prácticamente nula", remita y deje al operativo realizar el rastreo con garantías y seguridad. Así lo confirmaron el secretario de Transporte de Fomento, Fernando Palao, y la ministra de Pesca, Elena Espinosa, que tras acompañar en Ribeira a las familias de la tripulación, garantizó todos los medios marítimos y aéreos para buscar a los desaparecidos, pero "sin arriesgar" más vidas.

Luto oficial.Espinosa fue, junto a la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, a Ribeira, localidad que declaró tres días de luto oficial y celebrará el funeral el sábado. El departamento autónomico ha facilitado ayuda psicológica a los familiares en un operativo centralizado en la Escuela Náutico-Pesquera del municipio gallego.

La población de Ribeira vive el siniestro con una sensación de entre resignación e indignación, debido a que ya han sufrido golpes de este tipo, aunque denuncian que no se debe salir a faenar con temporales como el que fue anunciado por MeteoGalicia.

Tras el naufragio del Cordero, el balance de los últimos accidentes registrados en el mar en Galicia es de ocho trabajadores fallecidos y cuatro desaparecidos, hasta ahora. El pasado 2 de enero, en Aguete-Marín, fallecieron dos pescadores aficionados cuyos cuerpos fueron localizados al día siguiente de salir a faenar en una lancha. Cinco días después, en O Vicedo-Lugo, perecieron dos hombres tras un posible vuelco de la embarcación en la que faenaban frente a la isla Coelleira.

En Doñinos-Ferrol desapareció el 9 de enero un joven, no profesional del mar, que recogía percebes en Punta Penencia y, hasta la fecha, todavía no han localizado su cuerpo. Tres días desués, un pescador que capturaba angulas en el río Miño murió tras el vuelco de su embarcación en medio del fuerte temporal.

Por último, desapareció otro marinero de Santa Uxía de Ribeira, Antonio García Pérez, en el océano Índico cuando navegaba en el palangrero Cetán. El experimentado pescador desapareció después de sumergirse en estas aguas para desenganchar un cabo que se había enredado en la hélice.

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