La Guardia Civil y Salvamento Marítimo buscaban al cierre de esta edición al menos a once inmigrantes desaparecidos después de que la patera en la que intentaban llegar a Andalucía naufragase a 18 millas al este de Carboneras (Almería). Sólo tres de los inmigrantes que hacían la travesía han sobrevivido, aunque fueron rescatados con hipotermia severa tras permanecer más de cuatro horas en el agua a temperaturas muy bajas al tratarse de alta mar. Dos recibieron el alta por la noche y el tercero se encuentra en estado muy grave.
Según informaron fuentes del servicio unificado de emergencias 112, el aviso del hundimiento lo dio el barco mercante Liliana, que pasó junto a los restos de la nave hacia las 16.00 horas de ayer. Sus tripulantes no vieron cómo naufragaba la patera, pero sí divisaron a cuatro supervivientes, que se encontraban en el agua en muy mal estado de salud. De inmediato llamaron a Salvamento Marítimo, que inició un operativo de rescate en la Punta Media Naranja. Los marineros auxiliaron a los sobrevivientes, todos varones adultos, pero uno de ellos, demasiado débil, acabó hundiéndose. A los otros tres los atendieron en la cubierta dándoles mantas y alimentos. Más calmados, relataron que llevaban más de cuatro horas en el agua y que en su embarcación, rígida, viajaban junto a otras once personas, a quienes vieron desaparecer bajo el mar al volcar su barca.
En la zona, donde no se registraban condiciones meteorológicas adversas ni por lluvia ni por viento ni por marejada, comenzaron a trabajar a primera hora de la tarde la lancha Salvamar Algenib y la Remolcanosa V, con sede en Garrucha, así como el avión Serviola II, que sobrevoló la zona en un amplio perímetro para tratar de dar con nuevos supervivientes o con los cadáveres de los desaparecidos. La Guardia Civil sumó sus efectivos al rescate, pero la búsqueda anoche seguía siendo infructuosa. Fuentes del servicio de emergencias 112 precisaron a Europa Press que los tres supervivientes fueron trasladados al Hospital Torrecárdenas, en la capital almeriense; se teme por la vida del último ingresado y los otros dos pasaron a un centro de acogida. En el mismo hospital se despejó el área de Urgencias y se pusieron en servicio tres ambulancias, en previsión de nuevos supervivientes.
Por el momento no ha trascendido si en la embarcación viajaban mujeres o menores de edad, pero sí que "muy posiblemente" los tripulantes eran de origen argelino. La travesía desde el país africano, según los supervivientes, comenzó dos días atrás. Se trata de la ruta más larga, más peligrosa por tanto, pero menos expuesta a los controles del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior), que blinda la costa andaluza y que tiene en el extremo almeriense el flanco menos reforzado. Tampoco se conocen aún las causas del naufragio, aunque las buenas condiciones de la mar hacen pensar en una barca con excesivo peso, en algún movimiento imprevisto de un tripulante que la desestabilizase o en una barca vieja.
Esta tragedia se produce después de unos meses en los que se ha reducido notablemente el número de inmigrantes muertos en el Estrecho en su intento por mejorar su vida. Según datos oficiales recogidos por la asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, en 2009 fallecieron en las aguas entre África y Europa 206 personas, frente a las 581 registradas en 2008. Aunque la cifra sigue siendo elevadísima, supone un 80% menos respecto a los muertos de hace dos años, cuando fueron 921 los fallecidos en naufragios. La del pasado año es la cifra más baja de víctimas mortales en aguas de la comunidad andaluza en los últimos ocho años.
Dos dramas marcaron el verano pasado: el 26 de junio, siete inmigrantes murieron al hundirse su barca en aguas de Barbate (Cádiz), cerca del Faro Trafalgar. En aquella ocasión se rescató con vida a diez de sus tripulantes. Poco después, el 19 de septiembre, otros ocho cadáveres fueron rescatados tras naufragar su patera cerca de la isla de Perejil. 11 más fueron rescatados con vida y nada más se supo de otros 40 compañeros de travesía.
Según datos del Frontex, la agencia europea de control de fronteras exteriores, actualmente hay campamentos con al menos 4.000 inmigrantes esperando a cruzar al continente desde el norte de África.
