El rendimiento del alumnado andaluz mejoró el curso pasado según las pruebas de diagnóstico 2009-2010 que avanzó ayer el titular de Educación, Francisco Álvarez de la Chica. Mejoraron tibiamente en todas las competencias evaluadas -Lengua; Matemáticas y Conocimiento Científico-, menos en los ejercicios de cálculo de Primaria, donde hubo un "sorprendente" tropiezo.
Pero la evolución de los datos a través de las cuatro pruebas de diagnóstico -las primeras fueron en 2006- es oscilante e inestable, y muestra que los colegios no consolidan la mejoría que logran de un año para otro. Por ejemplo, los estudiantes de Primaria empezaron el primer año con un resultado en Lengua (4,45 sobre 6) que no han vuelto a recuperar: cayeron en 2007 (3,87), volvieron a caer en 2008 (3,6) y repuntaron en 2009 (4,17). En Matemáticas de Secundaria, la línea serpentea aún más: sube de 3,47 a 3,65, baja el tercer año (3,05) y se recupera el último (3,88). Sí es cierto que en la ESO, a pesar de la oscilación, los datos de este año son mejores que hace cuatro cursos. A un ritmo lento, los estudiantes de instituto se distancian del agujero del fracaso escolar (37,5%) que ensombrece el sistema.
En cualquier caso, el resultado general de la escuela andaluza se mantiene en el nivel intermedio, ni muy bajo ni muy alto. Es la única pauta perenne en cuatro años. Las pruebas obligan a los colegios y a los profesores a presentar propuestas de mejora a la administración para corregir los déficit que han conocido en el diagnóstico. La autoevaluación del sistema escolar andaluz no es un mero ejercicio estadístico: se busca la herida para taponarla y que no vuelva a sangrar el curso siguiente. Pero las medidas correctoras no han ayudado a consolidar una tendencia al alza. ¿Por qué? La directora de la Agencia de Evaluación Educativa, Teresa Varón, cree que es pronto para saberlo. Quizá los problemas que surgen en un curso son demasiado coyunturales, o quizá lo sean las soluciones que se aplican. El diagnóstico de 2008 examina un curso de alumnos distinto al de 2009, y puede que la respuesta que se les dio a los primeros ya no sirva a los segundos.
Los resultados del diagnóstico se miden en una escala del 1 al 6, siendo el intervalo del 1 al 2 el del nivel bajo, del 3 al 4, el nivel medio, y del 5 al 6 el grado superior. En Primaria, el porcentaje más positivo es el 45,8% de alumnos con nivel alto en Conocimiento Científico, y el más negativo es el 20,6% con nivel bajo en Matemáticas. En Secundaria, el tope es un 33% de nivel alto en Lingüística, y un 14,7% el más bajo en la misma competencia.
¿Son buenos o malos resultados? Cuando mejoran los datos del alumnado se desata el triunfalismo de la Junta, y cuando retroceden o se estancan inspiran el derrotismo de los partidos de la oposición. De la Chica, que pesentó los datos por primera vez en el Parlamento, prometió inhibirse en triunfalismo si la oposición hacía lo propio en derrotismo. Pero no dejó de subrayar que los datos eran "esperanzadores" y que había una "tendencia al alza". El PP puso en duda la validez del informe, mientras que IU restó importancia a las "mínimas variaciones" de este año. Las pruebas de 2009 examinaron a 178.875 alumnos de 4o de Primaria y 2o de la ESO, y por primera vez se incluyeron centros concertados. La escuela andaluza se somete voluntariamente a una evaluación autonómica, dos nacionales y seis internacionales.
