Peor lo pasó Murakami en la sesión fotográfica previa, donde la lluvia de flashes a punto estuvo de provocarle un desmayo. El escritor ha rehuido siempre las entrevistas, las presentaciones, las cámaras, los oropeles. De hecho, esta primera visita a España, motivada por un premio que le otorgaron unos alumnos de bachillerato de Santiago de Compostela, ha sido una mayúscula sorpresa para propios y extraños. El pasado sábado llegaba a Barcelona invitado por su editorial, Tusquets, y pasó el fin de semana buceando en tiendas de jazz, visitando con su esposa el Mercat de Sant Antoni o subiendo al parque Güell, pero huyendo de las multitudes a las primeras de cambio.
Después de vender miles de ejemplares de los ocho títulos que tiene traducidos al español, sigue sin saber qué atrae tanto de sus novelas a públicos tan diversos. "Las buenas historias pueden encontrar lectores en cualquier país e idioma", improvisa. "Cuando empiezo mis libros no sé qué va a suceder, y escribo precisamente para saberlo. Espero que mis lectores experimenten lo mismo. Por otro lado, cuando escribo estoy dentro de mis historias, fuera de todo. Y mi propósito es que los lectores se sientan igual: ahora todo el mundo está preocupado por la economía, pero leen mis novelas y se trasladan a otro mundo", explicó el autor.
Aunque ya había llamado la atención con algunos libros anteriores, Murakami se convirtió en fenómeno literario en España con la aparición de su novela Tokio Blues, adaptación comercial del título real, Norweigan wood (Madera noruega), tomado a su vez de una canción de los Beatles. "Mi editor noruego me llevó a un bosque y me dijo: esto sí es Norweigan wood", bromea, pero la anécdota le da pie a una reflexión: "Los bosques están llenos de cosas interesantes, pero también corres el riesgo de perderte en ellos. Cuando escribo, me adentro cada día en esa zona oscura y regreso siempre, porque soy un profesional [risas]. El día que no vuelva, simplemente, no habrá novela", añade.
De Noruega a Suecia, Murakami reacciona fingiéndose ofendido si le preguntan por su cada vez más firme candidatura al Nobel. "Tenía entendido que eso es para personas mayores, ¡no soy tan viejo!, exclama. Tras el estallido de Tokio Blues, todos los libros de Murakami, de Kafka en la orilla a After dark, han sido éxitos de ventas. No obstante, su obra será llevada por primera vez al cine de la mano del director vietnamita Tran Anh Hung, quien ya ultima los detalles de un largometraje basado, cómo no, en Norwiegan .