Sergio García, el fichaje español más caro del año, ha regenerado la incombustible ilusión del bético. El delantero cree que este Betis tiene que ser uno de los equipos que acaben logrando alguno de los títulos en juego. Se necesitarán sus goles para ello.
Diez millones de euros de traspaso y un título de campeón de Eurocopa con España son dos datos que generan ilusión y presión a partes iguales. Sergio García contribuye a lo primero y no esquiva lo segundo, porque habla sin rubor de que "poco a poco" el Betis tiene que "subir sus expectativas" e incluso ser de los equipos que aspire a ganar algún título "si no es ya este año, pues el que viene".
El delantero barcelonés, en su acto de presentación, no quiso, porque no suele hacerlo, marcarse una cifra de goles, porque en realidad "lo que que más importa es el rendimiento colectivo. Si ganamos me voy contento siempre a casa. Todos los que jugamos arriba tenemos la responsabilidad del gol y yo seré uno más de ellos".
Además, su acierto de cara al marco contrario dependerá también del puesto en el que juegue. Él no muestra preferencia alguna. "El año pasado jugué en las tres posiciones de ataque, derecha, izquierda y arriba en punta, y en las tres me siento cómodo. Es cuestión ya del entrenador ponerme en un sitio u otro", dijo.
Sergio García, a sus 25 años, es un tipo curtido, por eso evita algo que le puede perjudicar más que beneficiar, como es una comparación y ni más ni menos que con un mito del beticismo. "Alfonso fue un gran jugador aquí en el Betis. Ojalá me puedan salir las cosas como a él, pero es pronto para hablar de eso".
Es inevitable que Sergio García sienta la responsabilidad de su rol en el equipo. Pero esa presión la asimila bien y comenta que pese al esfuerzo que ha tenido que hacer el Betis para cerrar su contratación, "estoy muy tranquilo, pero lógicamente me impacta lo que rodea a mi fichaje porque nunca había tenido un recibimiento así en un equipo", y eso lo dice un futbolista que ha llegado a jugar en el primer equipo del Barcelona.
Pero aunque la intención es llegar muy arriba, lo cierto es que el Betis ha perdido su primer partido de Liga y además los fichajes que tienen que cambiar su destino están recién llegados, y algunos hasta se han marchado a sus países nada más llegar. Sergio García entiende como el primero que "es difícil acoplar a gente nueva", pero del mismo modo avisa de que "no hay mucho tiempo, hay partidos seguidos y ojalá que salgan bien las cosas para no lamentarnos más adelante".
Su condición de campeón de Europa le obliga a tratar de volver a la selección, y en eso está, pero lógicamente "si primero hago un buen comienzo de temporada con el Betis, que es para lo que trabaja un jugador. Lo otro es sólo un premio", concluyó.
