Cofradías

El ‘nuevo’ misterio de la Borriquita

Las dos nuevas imágenes de Fernando Aguado logran adecuar mejor la escenografía del misterio al pasaje evangélico.

el 08 abr 2014 / 21:46 h.

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REMODELACION PASO DE LA BORRIQUITA(FOTOGALERÍA. Así es el nuevo misterio de la Borriquita) Muy contento y satisfecho. La gente está respondiendo a las mil maravillas”. El joven imaginero Fernando Aguado se mostraba ayer exultante. Desde que a las 11.30 horas de la mañana la Colegial del Salvador abría sus puertas, centenares de curiosos traspasaban su acceso principal para ser los primeros en descubrir la nueva disposición del misterio de la Borriquita, sin duda una de las grandes novedades de la Semana Santa que ya comienza. Situado a los pies del templo, junto a los otros dos pasos de la Archicofradía del Amor, el misterio de la Sagrada Entrada amanecía ayer luciendo al completo la renovada distribución de las figuras secundarias ideada por el imaginero Fernando Aguado, autor asimismo de las dos nuevas imágenes –una mujer hebrea y una niña– que se incorporan este año a la escena en sustitución del hebreo apodado el Guaringo (que iba detrás, en el costero derecho, con una palma en la mano) y a la mujer arrodillada en el lateral izquierdo que en la hermandad se conocía como la Amparito por reproducir el rostro de una hermana así llamada. Las nuevas tallas, junto a los otros cuatro niños que ya formaban parte del misterio –dos de Abascal y dos de Astorga– representan a ese pueblo que «extendió sus mantos por el camino, cortaba ramas de árboles y alfombraba la calzada...» al paso del Señor a lomos del pollino, al que seguían los apóstoles –representados en este caso por San Juan, San Pedro y Santiago–, como describen las nuevas escrituras. De esta forma, la nueva mujer hebrea, arrodillada, tiende un manto al Señor con su mano izquierda, mientras que con la derecha acerca a la presencia del Galileo a uno delos niños realizados por Astorga. La niña, por su parte, aparece en el costero izquierdo del paso señalando con una mano al Redentor. Según detalla el artífice de este proyecto, las dos nuevas figuras secundarias, de brazos articulados, han sido realizadas «en madera de cedro, estucadas y policromadas al óleo». «Optamos por que fueran imágenes de candelero para, pensando en la gente de abajo, ahorrar peso. Las dos figuras que se han eliminado, el Guaringo y la Amparito, pesaban entre 60 y 70 kilos cada una. Ahora, la nueva muejer hebrea no llega a los 30 kilos de peso, mientras que la niña no pesará más de cuatro, por lo que hemos conseguido quitarle al paso entre 80 y 100 kilos de peso». Aguado asegura que aunque las dos nuevas incorporaciones al misterio «son imágenes realizadas 15652988en el siglo XXI y, por tanto, con matices contemporáneos», ha tratado por todos los medios que su estética se acoplase a del resto del misterio, algo que ha logrado imitando la policromía de los niños de Astorga. La inclusión de estas dos nuevas figuras secundarias y su encaje en el misterio de la Sagrada Entrada en Jerusalén ha sido sumamente estudiada por Aguado, que hasta llegó a llevarse a su taller una plantilla del paso para reordenar la escena y estudiar los cruces de miradas. «La mujer hebrea tiene los ojos azules, al igual que el niño de Astorga al que acerca al Señor, porque se supone que es su madre». «Para la mirada de la niña –según confiesa el imaginero– tuve muy presente al Señor de la Sagrada Cena de Sebastián Santos, ya que es una de las imágenes de Cristo por las que siento más debilidad. Esa suavidad en la mirada del Señor, con la cabeza recta y los ojos hacia arriba me parece algo sublime», de ahí que la primera niña que se suma a la escena –para simbolizar en cierto modo la incorporación de las hermanas a las filas nazarenas– tenga también esa mirada hacia lo alto. «Aunque es un misterio de distintas gubias, da la sensación de que las dos nuevas imágenes lleven encima del paso toda la vida», destaca Aguado, que por fin puede respirar algo más tranquilo después de la enorme «presión» con la que ha trabajando en os últimos meses. «Después del revuelo que se originó en su día cuando la hermandad planteó la remodelación del misterio, ahora sí puedo decir que me encuentro muy satisfecho con el resultado final, fundamentalmente porque con la remodelación de la escena los niños han cobrado vida en el misterio», señala Aguado. Todos ellos, junto a la nueva mujer hebrea, dan la bienvenida al Señor con una disposición «en forma de pirámide» cuya cúspide es, precisamente, la imagen del Redentor, que retrasa su ubicación en el paso (algo menos de un metro) y, en compensación, eleva 12 centímetros su posición. «Las imágenes no le restan protagonismo al Señor, sino que lo realzan», insiste el autor del proyecto. Precisamente, el proyecto de remodelación de las figuras secundarias perseguía adecuar aún más la escenografía de este misterio al pasaje evangélico de la Sagrada Entrada en Jresusalén, en el que se dice que Jesús es recibido por el pueblo y seguido por los apóstoles.

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