Salva Sevilla reapareció el domingo con el Betis en un partido oficial tras cinco meses y medio sin disfrutar de ese privilegio que tienen los futbolistas. Desde el 5 de mayo, en la visita al Sporting en la penúltima jornada de la Liga 2011-12, no se ponía el almeriense la camiseta verdiblanca en una competición de verdad. Los meses son muchos y los encuentros perdidos, también. Ocho en total, el último de aquel campeonato y los siete primeros del que está en curso, sin que Pepe Mel se acordase de él siquiera para concederle unos minutos. Pero todos o casi todos los túneles tienen salida y el de Salva se acabó en Pamplona, donde además ofreció un muy buen nivel.
"Ha sido mucho tiempo esperando la oportunidad de jugar. Estar en el campo con los compañeros y recuperar sensaciones es importante", dijo ayer el mediocampista, que de puertas para fuera no se toma a mal ese ostracismo que amenazaba con ser interminable. "El Betis tiene una plantilla muy amplia, por lo que todos los fines de semana se queda gente fuera. Hay jugadores diferentes que permiten usar muchas variantes y esto es bueno, aunque también hace que sea complicado ser titular", alegó.
El retorno de Salva Sevilla a la actividad en el Betis se produce después del runrún que lo situó fuera de Heliópolis en pleno mercadeo veraniego. "Lo que quería era continuar aquí. Eso era un tema que se habló en su momento y yo estoy ahora donde quería estar", aclaró.
Una vez superado el doble trance (el presunto interés del Betis por venderlo y su ausencia de las alineaciones), Salva reanuda el intento por recuperar la importancia que tuvo en el ascenso, cuando llegó a disputar 33 partidos, 31 de ellos como titular. Al año siguiente fueron 26 y 19 en el once inicial. Ahora sólo lleva uno, pero ya apunta otra vez a titular. Ahí está el reto.
