Cofradías

El número de recibos impagados llega al 30% en algunas cofradías

el 01 mar 2010 / 20:07 h.

Desde que la situación económica de muchas familias comenzó a verse afectada por la crisis, las mayordomías de las hermandades han visto cómo el número de recibos impagados por falta de liquidez ha ido subiendo de forma desorbitada. De este modo hay corporaciones que ya cuentan con un 30% de hermanos que no pueden abonar sus cuotas, algo que está generando un grave perjuicio en las arcas de las cofradías.


Un impacto que en las hermandades se está traduciendo en la dificultad para poder llevar a cabo los grandes proyectos patrimoniales. Es el caso de la hermandad de la Misión. La corporación tiene previsto iniciar las obras de su nueva capilla-casa hermandad, un edificio de casi 400 m2 que necesitará una fuerte inyección económica. Lo cierto es que, con una cifra de impagados que ronda el 30%, la hermandad claretiana se ha visto obligada a tomar medidas en contra de los morosos. Así, en el último boletín se recogen actuaciones como la eliminación del envío de comunicaciones a quien no abone su cuota o la sustitución del cobrador por el pago en ventanilla. Francisco Reina, mayordomo de la Misión, indica en la publicación que se trata de "una situación insostenible", por lo que este año suplicarán "una limosna de salida de 10 euros para comenzar la obra".


Caridad. El hecho es que el aumento de los impagados está generando un efecto llamada en algunas bolsas de caridad. "Nosotros tenemos un 20% de recibos devueltos y con el mismo presupuesto de caridad debemos atender casi el doble de peticiones", señala Emilio Plaza, mayordomo de la Resurrección. Al ser una corporación poco numerosa, los impagos están afectando a los detalles del día a día y, por supuesto, a los proyectos de envergadura que, si se llevan a cabo, lo harán a largo plazo. "Queremos terminar el altar del Señor Resucitado y concluir la casa hermandad, pero con tantas devoluciones es casi una utopía", aclara Emilio Plaza.

Los retrasos en los pagos no son un mal endémico de las cofradías más pequeñas sino que inciden en todas las hermandades, y el Cachorro es un ejemplo de ello. José María Ruiz, su hermano mayor, recalca en su artículo del boletín que, de los 5.000 hermanos que poseen, cuentan "con una cantidad muy elevada de impagados que impiden que se cumplan los presupuestos aprobados".

Una realidad que está generando serias dificultades para concluir el dorado del retablo del Crucificado. Hasta ahora el proyecto "se ha estado financiando con las cuotas y las ayudas externas, pero con esta financiación cerrada es importante que los hermanos cumplan el compromiso de sus pagos", afirma Ruiz.

Con la situación actual, "los recibos de hermanos cubren sólo los gastos corrientes y si no fuera por la subvención del Consejo no podríamos salir", cuenta el mayordomo de la Resurrección. Casos como éste son cada día más comunes en las cofradías e invitan a reflexionar si el modelo de Semana Santa, basado en la mejora del patrimonio, es consecuente con la actual crisis.

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