El nuncio de Su Santidad en España, Manuel Monteiro de Castro, aseguró ayer en Sevilla que el futuro de Carlos Amigo como prelado de la archidiócesis a partir de agosto, fecha en la que el franciscano cumplirá los 75 años preceptivos para su jubilación, "depende del propio señor cardenal y del Papa: son los dos los que deciden", apuntó.
El nuncio, que ayer pronunció en el Foro de la Fundación Antares la conferencia titulada El Derecho y los tribunales en la Iglesia, explicó que el cardenal le pidió al Santo Padre el nombramiento de un arzobispo coadjutor para preparar el relevo en la diócesis, "pero después no le ha dicho más nada".
Sobre el tiempo transcurrido de estancia en Sevilla del arzobispo coadjutor, Monteiro de Castro expresó su confianza en que "Asenjo, en Sevilla, seguramente se encuentre muy bien porque Sevilla es Sevilla".
El nuncio apostólico, acompañado ayer por el cardenal Carlos Amigo y por el arzobispo coadjutor, Juan José Asenjo, animó a los cofrades a que vivan la Cuaresma como un tiempo de "llamada a la conversión, en el que deben primar el ayuno, la abstinencia y la oración".
Instó a los hermanos de las cofradías a "que vean sus constituciones (reglas), porque muchas veces son miembros pero no las conocen".
Con su acento portugués, Monteiro señaló que "el problema es que uno es miembro de una hermandad pero no se da conciencia de los valores que tiene esa hermandad cuando, de verdad, se viven los valores para los cuales han sido fundadas".
Resaltó asimismo la importancia de la Cuaresma para el mundo católico en general, y especialmente en Sevilla. "Aquí se vive mucho la Cuaresma con hermandades muy, muy importantes", dijo.
Monteiro de Castro señaló que en Semana Santa "el pueblo se echa a la calle con el sacrificio de estar tantas horas y de cargar las andas", y destacó la "renuncia a estar en las casas". Durante la Cuaresma, opinó el nuncio apostólico de Su Santidad en España, los cofrades adquieren "una formación en valores sumamente importante para vivir el resto del año".