Damiá se dejó los tópicos en su casa y dijo dos verdades como dos templos, o al menos eso parecen a día de hoy. La primera, que la defensa no anda bien, y la segunda, que la meta de este triste Betis "es la permanencia". El lateral catalán, de todas formas, también se mostró optimista.
"El objetivo que hubiera al principio de la temporada sería el que fuese, pero ahora es la permanencia. La gente debe ser consciente". Damiá pensó que, después de un espectáculo como el del domingo en Valencia y viendo cómo está la clasificación de Primera, para qué engañar a los aficionados, y por eso habló con esa honradez cuando los medios oficiales del Betis le preguntaron por las perspectivas que vislumbra para el equipo. El ex futbolista del Barcelona también aclaró que "la culpa es de los jugadores" y reconoció que "el golpe psicológico" derivado de la derrota ante el Levante "es duro". "Lo mejor es no dar muchas vueltas a lo que hemos hecho y pensar ya en el Atlético", indicó.
En todo caso, el zaguero verdiblanco no eludió las preguntas relativas a la endeblez del Betis en el choque del Ciutat de Valencia: "Todos los defensas estuvimos mal. Buena parte de la culpa de que no nos lleváramos los tres puntos fue nuestra. El primer gol es el más significativo. A veces quieres estar pendiente de demasiadas cosas y cometes errores de concepto que normalmente no tienes", explicó Damiá, quien confesó que, tal como repite el entrenador una y otra vez, el estado anímico del plantel es muy mejorable: "Cuando estás trabajando bien pero las cosas no salen, hay ansiedad y frustración".
El defensa bético incluso llegó a confesar que le había "costado" dormir y que soñó "con cosas del partido", aunque prefirió terminar con lo bueno: "Por lo menos fuimos capaces de marcar dos goles, y la clasificación está igual que antes de la jornada".