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Deportes

El ocaso de la generación de los supercampeones del Sevilla

La marcha de Luis Fabiano confirma la transformación del plantel.

el 15 mar 2011 / 21:27 h.

La marcha de Luis Fabiano del Sevilla supone algo más que el adiós a uno de los grandes jugadores de la historia nervionense. Supone el adiós a parte de esa historia de la que cada vez quedan menos representantes activos en la plantilla nervionense. Desde 2006, año en el que el Sevilla logró sus primeros títulos, la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa, hasta hoy día la plantilla nervionense ha sufrido un cambio casi total. Apenas queda un 25% (Palop, Escudé, Kanouté, Renato, Navas y Drago) de aquel plantel que inició el camino de oro y luego lo continuó con la temporada 2006/07, la mejor de la historia de la entidad.

En realidad, ese ocaso de la generación de los cinco títulos lo comenzó, de manera desgraciada, el fallecimiento de Antonio Puerta y lo continuó con su marcha forzada Juande Ramos. Fue a partir de entonces cuando el plantel comenzó a regenerarse, con aciertos y con errores. Fue el año 2008 el que cambió la fisonomía del equipo y del plantel. Kerzhakov, Daniel Alves, Poulsen, Martí, Hinkel, también Keita -éste no ganó ningún título con el Sevilla- salieron en un mismo año y a los Koné, De Mul y Mosquera se unieron una segunda tanda de fichajes: Acosta, Fernando Navarro, Konko, Romaric, Squillaci, Duscher. De ellos, apenas han funcionado Fernando Navarro y Squillaci. Por eso, entre otras cosas, siguen copando el protagonismo del equipo jugadores de las anteriores etapas del equipo.Porque la regeneración de la plantilla no ha sido fácil. Ni mucho menos. El nivel del anterior plantel era elevadísimo y sus sustitutos han ofrecido más sinsabores que alegrías. Por ello, el Sevilla mantiene en estos momentos, en una temporada más que discreta, una base que resulta una mezcla entre algún que otro jugador del pasado -Kanouté, Navas y Escudé- condimentada con un nuevo portero que parece relevar a Palop, Javi Varas, un nuevo centro del campo, Rakitic y Medel, y la aportación de Negredo y Perotti. De ellos, la única inversión significativa es la del madrileño, de 14 millones de euros. En cuanto al resto, Varas es de la cantera, como Perotti, y el croata y el chileno acaban de llegar a Nervión. Entre tanto, desde 2006 el Sevilla ha gastado 121 millones de euros en fichajes, aproximadamente seis menos de los ingresados. El balance es de una Copa del Rey más y una Liga de Campeones más, pero en el actual plantel la repercusión es mínima. Sólo Negredo es fijo.

Ingresos. En el sevillismo queda la duda de la pertinencia de la venta de Luis Fabiano a estas alturas de temporada y su idoneidad. Económicamente, y sin una Liga de Campeones por delante que alivie las arcas nervionenses, su traspaso parece indispensable para equilibrar la balanza. Si la regeneración y la renovación de la plantilla no ha sido completa o ha tenido deficiencias, no ha sido por la falta de intentos. El conjunto nervionense ha invertido en fichajes más de lo que ha ingresado. Tan espectaculares fueron las ventas por el nivel de los anteriores refuerzos como desastrosos los nuevos fichajes.

El Sevilla ha cambiado las caras de su plantel. La marcha de Luis Fabiano es un síntoma evidente. En este intercambio obligado y a veces necesario ha logrado resultados deportivos nada desdeñables, la citada Copa del Rey y dos clasificaciones para la Liga de Campeones, pero también ha empobrecido el nivel de la plantilla. Ahora mismo la balanza económica está más o menos igualada. Queda claro que para comprar hay que vender aún más.

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