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El Olímpico genera 17 millones de impacto en un 2010 de récord

Cierra el año con 591.000 euros de beneficio gracias a los conciertos y alquileres

el 17 feb 2011 / 13:41 h.

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El Estadio Olímpico de Sevilla rompe definitivamente con su pasado. Ha conseguido por tercer año consecutivo una cuenta de resultados en positivo, y si en 2005 registraba números rojos por valor de 511.000 euros, en 2010 presenta un beneficio neto de 591.000 euros, después de un volumen de facturación de 3,3 millones.

Más allá de los balances, o al hilo de los mismos, la sociedad, que cuenta como accionistas mayoritarios con la Junta de Andalucía, el Gobierno de España a través de la empresa pública Infehsa, el Ayuntamiento de Sevilla y la Diputación provincial, acomete un cambio de nombre para deshacerse definitivamente del rastro de su controvertida génesis. A partir de ahora la magna instalación cartujana tramita desprenderse de su apellido Olímpico para acoger el de Estadio de la Cartuja-Sevilla.

Manuel Jiménez Barrios, presidente de la sociedad, expuso ayer, junto al director-gerente, Manuel Zafra, los datos que avalan una gestión que ha redireccionado el objeto último de una instalación que nació para generar básicamente actividad deportiva, y que se ha convertido en un importante motor económico, consolidándose, sobre todo, como gran espacio escénico, pero también a través del arrendamiento de espacios dentro de un estadio que acoge a 15 empresas que cuentan con 2.100 empleados.

El capítulo de eventos de 2010 aporta la cifra más llamativa del informe que presentó Jiménez Barrios, por cuanto situó en 17 millones de euros el impacto económico sobre la ciudad de los cuatro acontecimientos principales del año: el concierto de U2 (80.000 espectadores y 8,6 millones de impacto), el concierto de ACDC (60.000 espectadores y 4,2 millones), la Beatificación de Madre María de la Purísima (45.000 espectadores y 3 millones) y el concierto de Alejandro Sanz (27.000 y 1,4 millones).

No obstante, el presidente de EOSSA quiso subrayar que sólo con el alquiler de los 25.000 metros cuadrados para empresas el estadio ya genera suficiente dinero como para ser autosuficiente, es decir, para cubrir todos sus gastos. Según el informe económico, los arrendamientos supusieron en 2010 1,4 millones de volumen de negocio (44,8%), mientras que los eventos representan el 16%, aportando a la cuenta 553.000 euros. Un concierto deja un beneficio neto medio para el estadio de 100.000 euros, aunque algunos como el de Madonna y, sobre todo, el de U2, que congregó a 80.000 espectadores, puede doblar esa cantidad, según Manuel Zafra.

Liquidada la deuda de construcción en 2007 a través de una ampliación de capital, los beneficios de este trienio han revertido, dijo Jiménez Barrios, en la remodelación y modernización de las propias instalaciones. Citó como ejemplos la sustitución de la planta de frío y calefacción, el reforzamiento del cuadro eléctrico o la revisión y mejora de todo el sistema de seguridad por cámaras. Además, se ha renovado recientemente el césped del campo de fútbol.

Insistió el presidente de la sociedad que el estadio está abierto a cualquier tipo de actividad "obviamente también las deportivas siempre que el estadio no tenga que poner dinero, porque tampoco lo tenemos. Aquí acogemos a todos y todo el mundo paga", aseveró.

El currículum del Estadio Olímpico como parada de las grandes giras internacionales está ya en el primer nivel mundial. Ha sido posible gracias al trabajo de la gerencia de la instalación con las principales promotoras de conciertos, que tienen a Sevilla como referente por el gran aforo del estadio así como por las facilidades que permite para los montajes y la logística. Manuel Jiménez Barrios explicó que, aunque "no hay nada cerrado", hay negociaciones para que puedan recalar en 2011 conciertos de Shakira, Paul Mc Cartney, Maná, Miguel Ríos o Santana, a la espera de que en 2012 giren de nuevo las grandes bandas, caso de los Rolling Stones o Metallica. Con la intención de abrir "nuevas vías de negocio", han ideado la creación de una sala permanente de conciertos con capacidad para 2.500 espectadores bajo uno de los goles del estadio, que podría empezar a funcionar el próximo otoño.

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