Economía

«El origen o la sede de la entidad es irrelevante. El dinero no tiene fronteras»

El director de la Territorial Sur del BBVA (incluye Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla), Agustín Vidal-Aragón de Olives, considera que la reestructuración del sistema financiero no ha terminado

el 01 ago 2010 / 18:51 h.

El directivo posa en las escaleras de acceso a la sede de la Dirección Territorial Sur del BBVA, ubicada en la sevillana Avenida de la Palmera.

-En las pruebas de solvencia, chappeau por el BBVA, al quedar entre las primeras entidades europeas. ¿Cuáles han sido las claves del éxito?

-La gestión prudente del negocio antes de la crisis, prudencia durante ésta, un modelo de negocio centrado en los clientes y una adecuada diversificación internacional. Estas claves han hecho que el BBVA haya quedado muy bien en los test de esfuerzo y se afiance como una de las entidades más sólidas y solventes de Europa. Y con una consideración adicional: BBVA no ha recibido ayudas públicas y es prácticamente la única entidad que, desde que se desató la crisis, no ha acometido ninguna ampliación de capital. La reestructuración por la que atraviesa el sistema financiero español, que debe continuar, nos brinda, además, oportunidades para crecer que aprovecharemos.

-¿Qué queda por hacer?

-Los test han reflejado que el sistema financiero español muestra, en términos agregados, niveles de solvencia y liquidez suficientes. El sistema, en su conjunto, tiene capacidad para hacer frente a escenarios estresados, especialmente adversos. También es cierto que las pruebas muestran diferencias entre las 22 entidades españolas analizadas y revelan un grupo reducido con algunas debilidades, si bien las autoridades han tomado medidas para resolverlas. Éstas pasan por procesos de ajuste intensos dirigidos a reforzar su solvencia y mejorar su eficiencia con la reducción de oficinas y de empleados.

-Cuando hablamos de reestructuración tendemos a pensar siempre en las cajas. En los tres años de crisis tan sólo ha habido una operación de fusión bancaria en España, la reciente del Sabadell y el Guipuzcoano. ¿Por qué?

-La anterior crisis ya depuró mucho el sector bancario. La reestructuración fue muy fuerte y los bancos ya pasaron por un proceso de concentración. Quedaban pendientes las cajas.

-¿Pero vaticina movimientos en los bancos?

-Es difícil que se den en España. De hecho, las pruebas de estrés han demostrado la solidez del sistema financiero en general y en particular del bancario. Si hay alguno, será como consecuencia de un proyecto de empresa, de crecer, pero no por problemas de liquidez o solvencia.

-¿España canta victoria?

-El sistema financiero español ha demostrado su fortaleza y sólo hay problemas puntuales en algunas entidades. Sin embargo, la situación económica es aún compleja y quedan por hacer reformas estructurales, entre ellas la laboral, y reconducir el sistema productivo español. Cuánto más rápido se hagan, antes saldremos de la crisis.

-Para el nuevo modelo, ¿qué habría que acometer?

-El sector inmobiliario fue, durante la última década, un motor importante para el desarrollo económico español y a futuro su peso debe ser más reducido. Se necesita identificar otros motores que tomen el relevo. El turismo, la tecnología, la agroalimentación y los sectores exportadores tienen una magnífica posición. No significa que el sector inmobiliario no siga jugando un rol importante, pero ha de ser complementado.

-¿BBVA ya ha tomado ese nuevo pulso en Andalucía?

-BBVA tiene una importante presencia en la empresa de Andalucía. Todos los proyectos de inversión y desarrollo empresarial que se nos plantean los estudiamos, analizando proyecto a proyecto, inversión a inversión, empresa a empresa.

-La eficiencia y la productividad implican contener la red de oficinas. ¿Cómo crecer entonces en Andalucía?

-Redujimos las oficinas antes que otros y en el último año prácticamente las hemos mantenido. Se reduce el número de oficinas, pero éstas las hacemos más grandes, y se mantienen los trabajadores. Se trata de centros de trabajo más eficientes y con mejores infraestructuras para atender a las necesidades del mercado. En estos momentos tenemos en la comunidad andaluza 400 oficinas, 3.000 empleados y 1,5 millones de clientes (particulares y empresas).

-¿Cree en una caja única en Andalucía?

-Cada entidad financiera debe abordar cuál es su mejor proyecto de empresa, y en éste deben primar los aspectos técnicos y del negocio. Lo menos relevante son los posicionamientos políticos. Creo en entidades fuertes, solventes y que den servicio a la realidad económica del territorio. Y eso cabe hacerlo con una caja única o con cajas diferentes. La cuestión es que estén profesionalmente bien gestionadas.

-La unión no siempre hace la fuerza....

-No siempre.

-A río revuelto, ganancias de pescadores. Las finanzas andaluzas andan revueltas. Cajasur adjudicada a la BBK, Caja Granada camina hacia un SIP nacional y la fusión de Cajasol y Unicaja no llega. ¿Cabe pescar en estas aguas?

-En la medida en que el sector esté revuelto y los clientes no encuentren respuesta en otras entidades, lógicamente BBVA tiene la vocación de crecimiento necesaria como para tratar de darles esa respuesta a sus necesidades. Y si en algún momento se plantean operaciones en relación a entidades concretas, BBVA tiene la voluntad de analizarlas, siempre y cuando sean interesantes desde el punto de vista económico y estratégico para el banco.

-¿El dinero tiene fronteras regionales? Tanto impulsar una fusión a la andaluza...

-El origen del capital, sea de una región u otra, es totalmente irrelevante. Lo que genera riqueza y desarrollo es tener proyectos empresariales interesantes, bien planteados, solventes, sólidamente construidos y fuertes, con independencia de cuáles sean los orígenes del capital o la sede de la entidad.

-El caso de BBK y Cajasur...

-En efecto. El proyecto en sí mismo de Cajasur creo que seguirá siendo un proyecto andaluz, con independencia de cuál sea el origen de la sociedad compradora. Si el proyecto está bien construido, aportará a Andalucía, y si está sólidamente gestionado, será enriquecedor para Andalucía. En ese sentido, creo que el dinero no tiene fronteras.

-¿Y era firme la apuesta de BBVA para tomar Cajasur?

-Es conocido que analizamos Cajasur, pero como analizamos otras operaciones para ver si encajan en nuestra estrategia. BBVA tiene una prioridad clara, el crecimiento por la vía orgánica, apalancado en nuestro modelo de negocio que se centra en la captación de clientes vinculados y negocios rentables. La reestructuración del sector nos brinda también oportunidades que estamos decididos a aprovechar.

-La reforma de la Ley de Cajas propicia la despolitización y la bancarización de las cajas. ¿Será así?

-Es muy positivo que se despoliticen y que ajusten su gestión al requerimiento del mercado.

-¿Qué sentido tiene el consejo asesor andaluz del BBVA?

-Cristalizar en un órgano la vinculación del banco con el territorio, conociendo de primera mano, a través de personas relevantes, las necesidades de los clientes y las demandas que, hacia la entidad, exige la situación económica y cuál es la respuesta que esperan de ella. Una prueba de que queremos sentirnos cada vez más en un banco andaluz, una entidad global a la vez que local.

El perfil. Una fotografía de su mujer es el único recuerdo personal que existe en su despacho. "Hoy puedes estar aquí, mañana allí, la profesión de directivo financiero es así, la profesionalidad manda". Nacido en Mahón pero "criado" en Almendralejo (Badajoz), Agustín Vidal-Aragón de Olives dice sentirse "extremeño", aunque en Sevilla asegura ser "feliz", de aquí es su esposa, sevillanos son sus hijos, ni bético ni sevillista, "soy poco futbolero". Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, ejercía de responsable del negocio de pensiones y seguros del BBVA para América hasta que en 2008 le ofrecieron la Dirección de la Territorial Sur del banco, que incluye Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla. "Soy optimista por naturaleza". Ésta, indica, es su actitud ante la crisis económica, de la que la banca debe aprender, añade, que la rigurosidad ha de imperar en las políticas crediticias, y que la proximidad a los clientes nunca se puede perder de vista.

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