Está, claro, el Hugo Chávez faltón, iluminado, de impronta castrense y que, lejos de conciliar su proyecto con la oposición, la acorrala desde un poder legitimado empecinadamente por las urnas. Pero también está el otro Chávez que no sale en youtube: el de las campañas de alfabetización, el reparto de tierras, las subvenciones para adquirir alimentos básicos. Según datos del Center for Economic and Policy Research, Washington DC, en mayo de 2006, entre 1999 y 2005 la pobreza disminuyó en Venezuela del 42,8% al 33,9%. Me dan repelús algunos extremos de la reforma del próximo domingo. Pero no creo que a la mayoría de los venezolanos le pongan una pistola en el pecho para votarla.
