El padre de Marta del Castillo y los cuatro imputados por el crimen han sido citados mañana a la vista preliminar del jurado. Miguel Carcaño y Antonio del Castillo se verán las caras por primera vez desde que el joven confesara que acabó con la vida de su hija, cuyo paradero es un misterio que sólo él conoce.
El padre de Marta del Castillo, Antonio del Castillo, se verá mañana por primera vez cara a cara con los cuatro adultos imputados en el crimen de su hija. El juez también lo ha citado a la comparecencia en la que tiene previsto concretar las imputaciones a cada uno de los implicados porque "es un derecho que establece la ley" a la víctima, según explicó el abogado que representa a la familia, José María Calero.
Del Castillo no tiene obligación de acudir a los juzgados, lo que no impediría que se celebrase el acto, previsto para las 11.00 horas en el Juzgado de Instrucción número 4. "El juez me ha citado y acudiré", explicó ayer a este periódico con firmeza, aunque reconocía que no sabía el motivo de su citación, pero que fuera lo que fuera, "iré", sentenció.
El padre de Marta conocía a Carcaño con anterioridad y la última vez que lo vio fue cuando se marchó con su hija el pasado 24 de enero. Ahora, volverá a verle la cara después de que haya confesado varias veces, aunque cambiando de versión, que acabó con la vida de la joven en su piso de León XIII.
El encuentro se producirá casi ocho meses después de la desaparición de Marta, cuyo cuerpo sigue sin aparecer. Primero, Carcaño y dos de sus amigos (Samuel Benítez y El Cuco, ambos privados de libertad por este crimen) dijeron a la Policía que se habían deshecho de ella en el Guadalquivir. Un amplio dispositivo la buscó durante un mes sin éxito alguno y, justo cuando se iba a abandonar la búsqueda, Carcaño cambió su versión: la tiró a un contenedor de León XIII, tras violarla junto con El Cuco, que fue quien la estranguló.
A empezar de nuevo en el vertedero de Montemarta Cónica, en Alcalá de Guadaíra, donde acaba los residuos de Sevilla y parte de la provincia. Se movieron toneladas de basura, sin que se encontrara ni una sola pista, ni un solo hallazgo que hiciera pensar que el cuerpo de la joven estaba allí.
Ahora, Antonio tendrá que enfrentarse al hombre que mató a su hija y que sabe dónde está. A él, y a los otros tres adultos que están imputados en el crimen, a falta de El Cuco, que al ser menor de edad su causa se tramita en los juzgados de Menores.
Así, tendrá que ver a Miguel y a Samuel, ambos procedentes de las prisiones de Morón y Huelva respectivamente; a Javier Delgado, hermano de Carcaño, y a su novia, María García, que permanecen en libertad provisional con cargos (tienen que presentarse a firmar en los juzgados varias veces al mes).
En este acto, uno de los pasos previos al juicio con jurado, cada parte expondrá sus argumentos y podrán solicitar la práctica de nuevas pruebas. Tras la misma, el magistrado del caso, Francisco de Asís Molina, decidirá si continúa con el proceso (lo que implicaría que tiene que concretar la imputación de los implicados) o si lo archiva o, también, puede que lo sobresea sólo para alguno de ellos.
Una vez concluida la instrucción y con los escritos de calificación que acusaciones y defensas tendrán que hacer tras el acto de mañana, el caso pasará a la Oficina del Jurado, después de que la semana pasada el juez decidiera que los juzgara un tribunal profesional.
