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El paleontólogo de La Rinconada

Por mucho que se hable de la innovación en los métodos educativos en las primeras etapas de la enseñanza siempre quedará el misterio de por qué, en todas las época y en cualquier lugar, ha habido generaciones fructíferas y otras no tanto.

el 15 sep 2009 / 23:03 h.

Por mucho que se hable de la innovación en los métodos educativos en las primeras etapas de la enseñanza siempre quedará el misterio de por qué, en todas las época y en cualquier lugar, ha habido generaciones fructíferas y otras no tanto. Cuando se examinan esos casos el misterio resulta relativamente descifrable porque siempre aparece un maestro con entrega a su profesión vocacional y a quienes dependían de ella, los niños o los adolescentes. En medio de estos días en los que la vesania juvenil nos tiene perplejos, ha abierto sus puertas el Museo Francisco Sousa de La Rinconada.

Hace veintitantos años el cura Don Francisco se llevaba a sus alumnos a hacer de paleontólogos, a ayudarles a comprender las huellas del pasado y, tal vez, a descubrir que, además de un mundo perdido podían transformar éste. Entre las autoridades que inauguraban la otra tarde el centro, estaban algunos de ellos. En ese tiempo La Rinconada era todo lo contrario de un lugar apartado del mundanal ruido; estaba sometido a las transformaciones profundas que se abatían sobre la Sevilla de la Expo, a ese caldo de cultivo de la desestructuración que enarbolamos cuando no sabemos por donde salir de los acontecimientos.

Un profesor de instituto, cura en este caso, y unos chavales logran crear una corriente a la que se suman muchos vecinos y que ahora da como resultado un museo. En medio de sus salas con cientos de piezas habría que preguntarse si, para las tragedias que nos asolan, no estaremos buscando soluciones a veces complicadas, a veces drásticas, casi nunca basadas en la persistencia y en el entusiasmo por conquistar metas utópicas pero fáciles. Entre estos restos de colmillos de elefantes de hace millones de años podría hacerse otro descubrimiento: que el museo no es de Paleontología sino de Educación.

Antonio Zoido es escritor e historiador

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