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El papel, la luz y los susurros

La obra de Paz Pérez Ramos es suave y silenciosa como un susurro. Sus composiciones, hechas con trozos de cartulina troceados a mano, son paisajes abstractos que toman como punto...

el 14 sep 2009 / 22:39 h.

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La obra de Paz Pérez Ramos es suave y silenciosa como un susurro. Sus composiciones, hechas con trozos de cartulina troceados a mano, son paisajes abstractos que toman como punto de inspiración la serena sencillez de la Naturaleza. Las hojas de los árboles, los pétalos de las flores o las estratificaciones que podemos encontrarnos en cualquier corte geológico, son motivos que pueden intuirse en sus trabajos, sugerentes sucesiones que podemos reconocer a nuestro alrededor y que la artista convierte en frágiles tapices de papel. Sus delicadas piezas, concebidas como si fuesen altorrelieves de unas sutiles calidades táctiles, tienen en cuenta tanto los efectos lumínicos como la posición del espectador, mutando la textura de las superficies en función del punto de vista desde el que se contemplen o de los evocadores claroscuros que generan las sombras.

La exposición Elemento repetido que se clausura esta semana en la galería Birimbao, reúne una selección de cuadros en blanco y negro realizados por esta creadora sevillana. La muestra, de carácter esencialista, se acompaña de un mural realizado ex profeso sobre uno de los testeros de la sala. Al simplificar Pérez Ramos su particular código expresivo a la mínima configuración formal y cromática, se centra en la pureza estilística del lenguaje evitando cuestiones efectistas, y priorizando -al igual que sucede en la caligrafía oriental-, los valores simbólicos por encima de los decorativos, consiguiendo de este modo crear por medio del intimismo una sintaxis propia que resulta fácilmente reconocible.

Como contrapartida, al limitar los recursos en estos últimos trabajos, la riqueza orográfica que le permitía la urdimbre de otras series más vivas, se convierte ahora en sedimentos aislados que, aun teniendo intensidad, carecen de la mudanza de posibilidades o del acopio de matices que ofrecen los conjuntos más amplios, concentrado estas obras bitonales su vigor en una única emoción contenida de más difícil acceso pero de una evanescencia más lograda.

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