La novedad de este año se llama Voytoma, una versión moderna del clásico volador de cadenas "de toda la vida". Es una de las 117 atracciones que acogerá la calle del Infierno esta Feria. 200.000 metros cuadrados de puestos y cacharritos que para muchos equivale al paraíso de la diversión.
Papás, mamás, vayan aflojando el monedero o preparando la matanza del cerdito. La inflación de los precios también se dejará notar en las tarifas de los cacharritos de la Feria. Montar a los peques en los ponys o probar las excitantes sensaciones de los grandes aparatos mecánicos costará este año entre 2 y 5 euros, una horquilla que toca suelo en los días de preferia en la gama de cacharritos infantiles y que se dispara hacia su tarifa más alta en las horas punta de las atracciones más demandadas por la chavalería. Y es que el industrial de la noria, sirva como ejemplo, tiene que amortizar los alrededor de 18.000 euros que paga al Consistorio por la ocupación de la vía pública durante estos días.
En total, entre puestos, chocolaterías, casetas de tiro, montañas del terror, grúas, ¿puchis? y cacharritos -61 grandes aparatos y 56 atracciones infantiles-, Fiestas Mayores ha otorgado este año 515 licencias para actividades feriales en el recinto de la Calle del Infierno.
A la espalda del circo, en un recinto acotado y vigilado las 24 horas, se asienta la zona de viviendas de los feriantes. Se trata de un espacio de 30.000 metros cuadrados dotado de alcantarillado y toma de luz y equipado con servicios y duchas, además de un área de esparcimiento con restauración y un economato para el aprovisionamiento de bienes de primera necesidad.
La concejal de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Rosamar Prieto-Castro, aseguró ayer, durante una visita a la zona, que en este recinto exclusivo para los feriantes conviven alrededor de 3.000 personas, distribuidas en unas 350 caravanas-vivienda, durante un periodo aproximado de 28 días.
Dentro de este recinto se ubica, además, la emisora Canal Feria, encargada de suministrar el hilo musical a la totalidad de las actividades feriales de la Calle del Infierno para unificar el sonido de este gigantesco parque de atracciones.
Acompañada del director de Fiestas Mayores, Carlos García Lara, y del jefe de los servicios técnicos de la delegación, Rafael Carretero, la responsable del ramo giró una visita a la zona de las atracciones. La novedad de este año se llama Voytoma, un volador de cadenas que se levanta gracias a un émbolo hidráulico y que permite a sus ocupantes "bambolearse".
La seguridad de cada una de las instalaciones será supervisada conforme a la normativa vigente, explicó Carretero. Dicha ley recoge, además de las tareas ejecutadas por el Ayuntamiento sevillano, la obligación de que cada propietario aporte, antes del inicio de funcionamiento de la atracción, un certificado de seguridad expedido por una empresa inspectora.
En un sector colindante al Parque de los Príncipes se agrupan los siguientes servicios generales: un centro hospitalario de primeros auxilios; dependencias de la Policía Nacional, Autonómica, Local y Protección Civil; un retén de Bomberos; un punto de asistencia de costura (una de las novedades en el recinto ferial); un área de mantenimiento tanto en lo referente a niveles de suministro como a funcionamiento eléctrico del conjunto; y un punto de asistencia veterinaria, situado en la glorieta de Tablada, al final de la calle Costillares.
