Local

El parking del Cid sale adelante pese a las reticencias de la Junta

Patrimonio aconsejaba cambiar el PGOU; se aprueba el segundo aparcamiento del hospital Macarena y el de San Martín de Porres. Los coches no podrán pasar por la pasarela actual de Cartuja tras abrirse la segunda. Será para peatones y ciclistas.

el 23 may 2013 / 00:47 h.

TAGS:

Imagen de archivo de la Glorieta del Cid antes de las últimas obras en las que se creó una nueva rotonda. / JAVIER CUESTA Imagen de archivo de la Glorieta del Cid antes de las últimas obras en las que se creó una nueva rotonda. / JAVIER CUESTA En medio de las constantes críticas de que la Junta de Andalucía está paralizando sus proyectos, el equipo de gobierno de Juan Ignacio Zoido se decantó ayer por ignorar sus advertencias y arrancar los trámites para sacar a concurso las obras del parking previsto en la avenida del Cid, entre el Prado y el rectorado de la Universidad hispalense, a pesar de que desde la Comisión Provincial de Patrimonio de la Consejería de Educación y Deporte se avisara, en un informe no vinculante, de que sería necesario un cambio previo en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para acometer tal aparcamiento, al tiempo que alertaba de su afección al entorno histórico y a la arboleda y las experiencias anteriores de la aparición restos arqueológicos. En efecto, la Gerencia de Urbanismo, en una reunión donde cobró protagonismo el impulso a los aparcamientos –entre los pocos grandes proyectos que el alcalde podrá vender antes de las próximas elecciones–, aprobó el expediente para la adjudicación del contrato de concesión de ese parking subterráneo, así como las condiciones que regirán el procedimiento de licitación. Es decir, para adelante, y oídos sordos a los avisos –que no constituyen exigencias– de la Administración regional. Este caso, sin embargo, es muy distinto al aparcamiento concebido en el céntrico bulevar de la Alameda, para el que sí está claro que requiere una modificación urbanística cuya tramitación está iniciada y será larga, dado que no se espera un sí incondicional por parte de la Junta de Andalucía. Más bien el no. En cambio, para el subsuelo del Caballo no se requieren permisos más allá de los que emanen del Consistorio, de ahí que haya decidido continuar. El problema estriba, sin embargo, en que aquel informe de la Administración andaluza –que aconseja una modificación del PGOU, al entender que este parking, de 249 plazas de coches y 26 de motos repartidas entre tres plantas bajo rasante, no se adecua a la planificación inicial del PGOU– podría ser esgrimido por cualquier particular disconforme para llevar el asunto a los tribunales, teniendo como inmediato precedente el fiasco de la biblioteca del Prado. Sin advertencia de por medio esta vez, Urbanismo también dio ayer el visto bueno al expediente de contratación para el estacionamiento subterráneo en la plaza San Martín de Porres, con 315 plazas para automóviles y 34 de motos y un presupuesto estimado inicialmente en casi 6 millones de euros, y que son medio millón menos que el concebido para el Prado. Y un tercer parking, ubicado en el entorno del hospital Macarena y que, entre otras cosas, tratará de solventar los aún vigentes problemas de escasez de sitios generados por el gran trasiego de este recinto sanitario a pesar del actual aparcamiento, ya coge carrera, si bien su tramitación administrativa está en fase más embrionaria. En concreto, sólo se ha redactado su anteproyecto y el estudio de viabilidad económica, y ahora pasará a información pública y se elevará a las administraciones competentes –esto es, el Ayuntamiento y la Junta–. El planeamiento pasa por tres plantas  y unas 300 plazas para poner fin al colapso de tráfico que se forma cada mañana entre las calles San Juan de Ribera y Doctor Fedriani y las largas esperas de los automóviles para entrar en el aparcamiento actual, que en ocasiones entorpecen el tráfico incluso de los autobuses urbanos. Y haciendo números, los citados tres aparcamientos promovidos por el Consistorio suman alrededor de 900 plazas, a las que habría que agregar 240 contempladas en el estacionamiento proyectado en Luis Montoto, en el tramo entre Maese Farfán y Pilar, aunque el Consistorio estudia las alegaciones presentadas por vecinos y comerciantes de esta zona para ubicarlo en la actual bolsa de suelo en la esquina de Kansas City, casi a los pies de El Corte Inglés. La alternativa evitaría abrir de nuevo en canal la avenida Luis Montoto y con un coste menor a los 5,5 millones de euros cifrados en el proyecto inicial. Lo cierto y verdad es que aunque todos arranquen las obras, complicado será tenerlos antes de que se agote el actual mandato municipal, que estos días pasa precisamente por su ecuador. Puente en Cartuja. Tal y como estaba previsto la Gerencia de Urbanismo, que capitanea el delegado Maximiliano Vílchez, también aprobó cambiar el PGOU para permitir que la nueva pasarela que se construya entre Cartuja y Torneo, en principio peatonal, permita el tráfico rodado para así aliviar el incremento de tránsito que deparará la torre Pelli y el aumento de los autobuses por el anunciado cierre de la estación del Prado. Se trata de una estructura de 280 metros de largo y cuatro carriles entre el Pabellón de la Navegación y la estación de Plaza de Armas. De la información facilitada por el Ayuntamiento se extraen dos novedades. La primera: que la actual pasarela, la que discurre entre Torneo y la puerta trasera del monasterio de Santa María de las Cuevas, restaurará su funcionalidad “a usos peatonales y ciclistas”, lo que implica que los coches ya no podrán pasar por ella, asumiendo la nueva ese discurrir. Y segunda, se elimina la confusión sobre de quién depende el permiso oficial final para levantar el nuevo puente: sólo del Ayuntamiento, y no de la Junta de Andalucía –hasta hace unos días decía una cosa y la contraria–.

  • 1