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La Unión Europea vuelve a inspeccionar la Verja

En respuesta a la "campaña de acoso e intimidación" que, en su opinión, ejerce el Ejecutivo español sobre la población de la colonia.

el 01 jul 2014 / 22:52 h.

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Entrada a Gibraltar. / EFE Entrada a Gibraltar. / EFE Así consta en las conclusiones de un informe del Comité de  Exteriores de la Cámara de los Comunes hecho público este martes y  que califica de "particularmente agresiva" la actitud adoptada por el  actual Gobierno español en relación con Gibraltar, provocando largas  colas en la Verja e "incursiones" en las aguas que rodean el Peñón y  que España y Reino Unido se disputan. Frente a esta actitud, el Parlamento británico emplaza al Gobierno  de Cameron a "dejar claro que tiene pensado" denunciar a España ante  el Tribunal de Justicia de la UE en virtud del artículo 259 del  Tratado de Funcionamiento de la UE si la situación en la Verja no  mejora de aquí a final de año. También aconseja al Gobierno de David Cameron que "identifique  áreas de cooperación" con España que no sean esenciales para Londres  y "condicione" el apoyo británico a iniciativas españolas  internacionales a que se produzcan "mejoras" en la situación actual  en Gibraltar. El informe cita como ejemplo la candidatura española a  ingresar en el Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio  2015-2016. "España no puede ser capaz de proseguir con políticas agresivas  hacia Gibraltar sin que esto tenga consecuencias en su relación con  Londres", advierte el informe. VISITAS DE ALTO NIVEL AL PEÑON La Cámara de los Comunes propone asimismo al Gobierno de Cameron  que considere organizar una "visita de alto nivel" a Gibraltar antes  de que acabe el año. Con ello, además de apoyar a los gibraltareños  enviaría una señal a España respecto de su "continuo" compromiso con  el pueblo de Gibraltar. En este sentido, la Cámara saluda la próxima visita que hará a  Gibraltar el secretario de Estado británico para Europa, David  Lidington. Pero el Parlamento hace otras recomendaciones al Ejecutivo de  Cameron, como que se oponga "con firmeza" a los intentos de España de  usar las instituciones internacionales en contra de Londres por la  cuestión de Gibraltar; que "resucite los esfuerzos" para sacar a  Gibraltar de la lista de la ONU de territorios por descolonizar, o  sea más rápido a la hora de emitir protestas diplomáticas contra  España. En este punto, la Cámara urge al Gobierno a no tardar más de 7  días en emitir una protesta diplomática desde que se produce un  incidente. Al tiempo que anima al Foreign Office a convocar con mayor  frecuencia al embajador español en Londres, Federico Trillo, para  dejar claro que la situación actual en Gibraltar es "inaceptable". Desde que asumió el cargo, Trillo ha sido convocado hasta en  cuatro ocasiones en señal de protesta por la disputa entre ambos  países sobre la soberanía de las aguas que rodean el Peñón. IMPLICAR A SOCIOS DE LA OTAN El informe también anima al Ejecutivo británico a perseguir la  anulación de la reserva que desde 1989 España introdujo en el seno de  la OTAN y que impide que barcos de la Alianza puedan moverse  directamente entre Gibraltar y España. Para ello, dice el Parlamento,  Londres debería buscar el apoyo de otros miembros de la Alianza que  se han visto perjudicados por la aplicación de esta reserva. El Parlamento británico asume que existen pocas probabilidades de  alcanzar un acuerdo con España respecto del histórico contencioso en  torno a la soberanía de Gibraltar, pero advierte de que la tarea del  Reino Unido debe ser conseguir un "status quo aceptable" para el  pueblo de Gibraltar, algo que está lejos de ser hoy una realidad. En el Peñón, afirma el informe, existe un "sentimiento  generalizado de estar sitiados por una fuerza intimidatoria e  irracional", junto a una sensación de "frustración" por la falta de  progresos. El documento del Parlamento también hace autocrítica y considera  que las dificultades que afronta en la actualidad Londres en  Gibraltar son en parte consecuencia de "un legado de decisiones  lamentables" que se hicieron en los años 2001 y 2002, cuando los  laboristas entablaron con el Gobierno de José María Aznar  negociaciones sobre un proyecto de cosoberanía, lo que generó  expectativas en el lado español. Reconoce además el "fracaso" a la hora de impedir que la Comisión  Europea reconociera a España la capacidad de gestionar un hábitat  natural en una zona que comprende las aguas en disputa, una decisión  que se ha demostrado que es "imposible de revertir". El Comité de Exteriores indica en su documento que el Gobierno de  David Cameron deberá responderle explicando la manera en la que  piensa llevar a cabo las recomendaciones que se formulan en el  documento.

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