El Parlamento andaluz negó el jueves su respaldo a los Presupuestos del Estado para 2009 y rechazó que "sus prioridades y contenidos respondan a lo que la sociedad necesita en crisis". El PSOE perdió por vez primera en la legislatura una votación.
"Esto es producto de la discriminación a la mujer. Si estuvieran reguladas las bajas por maternidad no nos hubiera ocurrido". Fue la reflexión del vicepresidente segundo y consejero de Economía, José Antonio Griñán, minutos después de que los socialistas perdieran su primera votación esta legislatura. El tema ha estado sobre la mesa pero el acuerdo político no ha llegado.
El PSOE tuvo 52 diputados y cuatro ausencias. La del presidente Chaves, que acudió a la recepción del Rey en La Zarzuela a la Ejecutiva Federal del PSOE -Mar Moreno faltó en Madrid para evitar un desastre mayor-; y las diputadas Verónica Pérez, Elia Maldonado y Araceli Carrillo, por maternidad las dos primeras y enfermedad la tercera. El PP contó con 46 diputados y una baja, la de Esperanza Oña, por una intervención quirúrgica. Los socialistas sumaban tantos votos como PP e IU: 52. En tablas.
Fue el colofón a un rutinario debate que ya por la mañana había enfrentado a Chaves con los líderes de la oposición. Los socialistas se disponían a emplear el rodillo de su mayoría absoluta para no aprobar ninguna propuesta de PP e IU,que exigían más dinero para Andalucía. Todas las propuestas socialistas alababan los números de Zapatero, que invertirán 4.400 millones en Andalucía. Pero la mayoría falló.
IU logró, entre señales de victoria y aplausos, sacar adelante 12 de sus 20 iniciativas. La votación quedó en tablas y la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, pidió a los diputados que pulsaran de nuevo el botón. En la segunda ronda el vicepresidente primero del Gobierno, Gaspar Zarrías, se equivocó: "El miembro no me ha funcionado", alegó.
Así fue como el Parlamento pidió al Gobierno amigo que en 2009 incremente el Fondo de Suficiencia, cubra totalmente el déficit del Servicio Andaluz de Salud, elimine el peaje Sevilla-Cádiz, apruebe un "incremento sustancial" del dinero para los ayuntamientos y mejore las partidas para obras ferroviarias.
Tras el error, la presidenta suspendió el pleno -entre gritos de "fuera, fuera" orquestados por Javier Arenas- y pidió consejo a los letrados. Éstos decidieron que cada votación había que repetirla tres veces, con pausa en medio. Si a la tercera persistía el empate, las propuestas quedarían rechazadas. También las socialistas.
Y así fue como el Parlamento rechazó "compartir" los Presupuestos, "respaldar sus contenidos", sus "criterios de reparto" o que "ayuden a los que más lo necesitan". PP e IU manejaron hábilmente la situación y no votaron en contra de todas las propuestas del PSOE. La oposición se abstuvo en 14, que sí salieron adelante, para evitar que lo ocurrido se leyera como una edición de la pinza que dominó el Parlamento de 1994 a 1996. El socialista Manuel Gracia habló de "simple anécdota, sin lectura política". La felicidad de la oposición y el enfado socialista no demostró eso.
