El Pleno del Parlamento rechazó hoy, con los votos en contra del PSOE-A y de IULV-CA, una proposición no de Ley presentada por los 'populares', en la que pedían que la Cámara instara a la Junta a llevar a cabo una reforma de la educación en Andalucía y a que incrementara la financiación de las políticas educativas hasta alcanzar el siete por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012, con el fin de hacer frente a las reformas necesarias y asegurar una educación de calidad.
El PP-A también demandaba que se impulsara la recuperación de principios fundamentales para el proceso educativo, tales como los valores del esfuerzo, la responsabilidad personal, el mérito, la exigencia, la disciplina, el respeto, la solidaridad y la colaboración; y que aumentar la política de compensación de las desigualdades, articulando medidas, especialmente de carácter financiero, que garanticen la igualdad de oportunidades para todo el alumnado andaluz.
Los 'populares' solicitaban además que la Junta aprobara el Estatuto Andaluz del Docente a lo largo de 2010, donde se regule su carrera profesional, entre otros aspectos; que aprobara por ley la condición de Autoridad Pública para el profesorado andaluz en el ejercicio de la función docente, así como que impulsara el refuerzo de su autoridad magistral y académica; y una Ley de Convivencia Escolar en Andalucía en 2010.
Entre otras propuestas se encontraban también impulsar un plan de infraestructuras que modernice definitivamente los centros educativos, sus instalaciones y equipamientos; definir con exigencia y claridad los conocimientos, competencias básicas y destrezas que el
alumno debe dominar al finalizar cada etapa educativa; incrementar las plantillas de profesorado, personal de administración y servicios; o mejorar el nivel de formación inicial y continua
del profesorado, e impulsar la puesta en marcha de un nuevo modelo de carrera docente.
El PP-A demandaba que se flexibilizara la Enseñanza Secundaria, de forma que se establecieran itinerarios formativos adecuados a los intereses y capacidades de los alumnos; que se promoviera la ampliación del Bachillerato a tres años; o que se impulsara un plan integral para la implantación de la enseñanza bilingüe en Andalucía en todas las etapas, y que esté culminado al final de la presente Legislatura.
Por último, pedía que se pusiera en marcha un plan de choque para la implantación de las nuevas tecnologías en los centros educativos, que se disminuyan las ratios; que se cubriera la sustitución de las bajas del profesorado en un plazo máximo de 48 horas en todos los centros educativos de Andalucía; que se impulsara una Ley de Formación Profesional; y que recuperara el peso específico de los claustros en la vida interna de los centros.
En su defensa de la iniciativa, la portavoz del PP-A Esperanza Oña aseguró que el dictamen del grupo de trabajo sobre Convergencia Educativa, que se constituyó en el Parlamento, no recogió la mayoría de las propuestas que el Grupo Parlamentario Popular considera "imprescindibles" para acometer la reforma que necesita en la actualidad la Educación.
Asimismo, indicó que, ante la "evidencia" del déficit de calidad existente en el sistema educativo, no sólo desde los profesionales
de la enseñanza sino desde el conjunto de la sociedad, se viene reclamando la necesidad de plantear medidas que reformen sustancialmente la educación en la comunidad autónoma y mejoren sus índices de calidad.
Por último, Oña afirmó que los problemas que aquejan hoy a la educación andaluza son el resultado de la aplicación de legislaciones y políticas "equivocadas" durante dos décadas, cuyas consecuencias "lamentablemente han padecido y siguen padeciendo decenas de miles de andaluces".
CRITICAS DE PSOE-A E IULV-CA
Por su parte, la diputada del PSOE-A Araceli Carrillo criticó la iniciativa 'popular' argumentando que "hace pocos días se aprobaron en la Cámara andaluza las conclusiones del Grupo de Trabajo para la convergencia educativa y el PP no las apoyó". "En ese momento se les cayó la máscara ante toda Andalucía, dieron con su voto negativo un bofetón a las propuestas de la comunidad educativa, a toda la sociedad andaluza", indicó.
En esta línea, Carrillo dijo que Andalucía no necesita la reforma educativa que presenta el PP, añadiendo que "los que de verdad necesitan esta reforma son los dirigentes del Partido Popular, que van por las universidades haciendo peinetas y por los parlamentos autonómicos insultando a diputadas".
Para la parlamentaria socialista, detrás del reiterado discurso "catastrofista" del PP y de las críticas a la educación andaluza, está su gran objetivo, que es alcanzar la privatización de la enseñanza.
En su turno de palabra, el diputado de IULV-CA Ignacio García consideró que es una falta de cortesía y de respeto hacia el Parlamento que el PP-A vuelva a presentar las mismas propuestas que recientemente fueron rechazadas en la Cámara. "Los andaluces esperan que trabajemos y que no repitamos de forma machacona las mismas propuestas una y otra vez", agregó.
Asimismo, el parlamentario de izquierdas, que dijo desconocer si al PP-A le sobra cupo a la hora de presentar propuestas o si es que no tiene otras iniciativas, indicó también que los 'populares' se esconden debajo de una "piel de cordero" a la hora de formular sus propuestas en materia educativa.
Según explicó, "sus ansias por arañar los votos para poder gobernar en Andalucía les lleva a ocultar gran parte de su programa educativo". En concreto, que dijo que dicho programa está presidido por su filosofía de "barra libre para la enseñanza y los conciertos". "Nos encontramos ante una propuesta mitinera que intenta convertir al Parlamento en una tribuna electoral", concluyó.