Corbacho, quien hasta hace tres días negaba la existencia de 4 millones de parados, no habló ayer. Dada la gravedad de los datos, lo hizo Elena Salgado. Ni los peores pronósticos del Gobierno hablaban de superar esa barrera en el primer trimestre del año. Ahora confía en que abril suponga un punto de inflexión y, dice, ni por asomo se alcanzarán los 5 millones de desempleados.
El grave deterioro de la economía española ha hecho que el número de parados alcance los 4.010.700 en el primer trimestre de este año, la mayor cifra de la historia, y que la tasa de desempleo se eleve al 17,36%, superior en 1,46 puntos a la previsión del Gobierno central para todo 2009.
Además, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida por el INE, entre enero y marzo se destruyeron 766.000 empleos, que es la cifra de mayor envergadura en 32 años, lo que situó el número de ocupados en España en 19.090.800.
Ante la evidencia, el Gobierno reconoció la gravedad y la profundidad de la crisis en un trimestre que se considera "el peor" del año para el empleo. Así, tras conocer los datos, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, insistió en que no escatimará esfuerzos para garantizar la protección de los desempleados y dijo que seguirá estudiando otras medidas para afrontar la situación. Tras indicar que no quería hacer vaticinios, "y menos apocalípticos", sobre la cifra de parados, señaló que lo que deben saber los ciudadanos es que el Gobierno va "a seguir trabajando".
La frialdad de estos datos hizo que la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, compareciese en la rueda de prensa que estaba previsto que ofreciera el secretario de Estado de Economía, David Vegara, en la que reconoció que las cifras son "peores de lo esperado", aunque aseguró que, a partir de abril, habrá una inflexión clara y una desaceleración del aumento del paro.
Salgado dijo que la estadística debe analizarse en un contexto marcado por el aumento de la población activa y, a pesar de reconocer la gravedad de la crisis, descartó que se alcancen los cinco millones de desempleados. No hace ni tres días, el titular de Trabajo, Celestino Corbacho, decía en el Congreso que no había 4 millones españoles sin empleo, y acusaba a la oposición de alarmismo. Ayer, en cambio, no habló.
En concreto, y según la EPA, la población activa se incrementó en 36.800 personas entre los meses de enero y marzo y en 525.000 en un año, hasta sumar 23.101.500, lo que colocó la tasa de actividad en el 60,15% y la de empleo, en el 61,24%.
El paro subió en 802.800 personas en el trimestre y en más de 1,8 millones en un año, al tiempo que se perdieron 766.000 empleos entre enero y marzo, y más de 1,3 millones en doce meses.
La sangría laboral afectó más a los hombres, con 177.200 nuevos parados en un año (507.000 en el trimestre), que a las mujeres, con 659.300 desempleadas más en los últimos doce meses (259.900), y, asimismo, subió especialmente entre la franja de 25 a 54 años (más de 1,4 millones en un año).
El ajuste del mercado de trabajo también se concentró en el empleo temporal, que cayó el 20,6% en el trimestre, lo que redujo la tasa de temporalidad al 25,4%. Y aún más drámatico: en marzo había más de un millón de hogares con todos sus miembros en paro, el doble que un año antes.
sectores. Porcentualmente, el incremento más grave del paro en tasa interanual lo registró la construcción, con un alza del 152,87%, seguido de la industria (123,88%), los que perdieron su empleo hace más de un año (75,43%), servicios (71,33%), los que buscan su primer empleo (51,4%) y el campo, donde creció el 43,33%.
Y en relación con el trimestre anterior, el mayor ascenso porcentual del desempleo lo registró la industria, con el 29,54%, que superó al de la construcción (27,15%). Es decir, que la crisis económica es general y está perjudicando gravemente a sectores que, en principio, tenían que haber absorbido el desastre laboral del ladrillo.
Canarias se ha convertido en la comunidad española con mayor nivel de desempleo (más del 26%), superior incluso al de Andalucía y Extremadura, y allí los sindicatos rumian la primera huelga general de esta crisis contra los gobiernos central y regional.
