Las listas del paro de la provincia de Sevilla experimentaron un alivio el pasado mes de marzo, pues de ellas salieron 1.881 personas (0,72 por ciento), un comportamiento mucho más positivo que el que registró en ese mismo mes de 2013, año en el que coincidió además la Semana Santa y que, a pesar del empleo temporal que genera, apenas logró reducir el desempleo en 468 personas.
Una evolución favorable de la que, no obstante, se desmarcó la capital hispalense, que sumó 55 nuevos parados, lo que deja en 91.925 el total de inscritos en los Servicios Públicos de Empleo de la ciudad, cifra que asciende hasta los 258.051 desempleados en la provincia.
La mejor noticia procedió, sin embargo, de los datos de la afiliación a la Seguridad Social, que en el caso de Sevilla registró un aumento medio de 4.703 cotizantes al sistema el mes pasado, el 0,74 por ciento más, de manera que la provincia cuenta con 637.262 ocupados. Para dar una idea, Sevilla ha recuperado el nivel de afiliados con el que contaba hace justo un año para ser exactos, con 245 más, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
De vuelta al paro registrado, todos los sectores de actividad descontaron desempleados en la provincia, a excepción del colectivo sin empleo anterior, que creció en 583 personas, mientras que en términos absolutos, las caídas fueron más abultadas en construcción (-1.007), servicios (-707), industria (-469) y agricultura (-281). La secretaria de Empleo de CCOO Sevilla, Teresa García, puso el acento en que el descenso del paro, sobre todo, en la construcción, no es fruto de la inversión privada, sino «de los planes de empleo públicos como el de la Diputación de Sevilla». Así, apostilló que «no hay motivos para la euforia porque el empleo que se está creando es tan precario y temporal que en la mayoría de los casos no sirve ni para salir de la pobreza». En los últimos doce meses, el saldo es positivo en Sevilla, puesto que hay 5.992 personas menos apuntadas al antiguo INEM que a estas alturas del año pasado (-2,27 por ciento). No quiere esto decir que hayan encontrado trabajo, sino que también muestra la gente que ha desistido y la que ha optado por marcharse fuera.
Desde el punto de vista de la contratación, se firmaron un total de 67.102 contratos en la provincia, un 20 por ciento más que en febrero, si bien el 95,3 por ciento de ellos fueron temporales.
En el capítulo de prestaciones, se presentaron un total de 38.824 solicitudes, de las que fueron aceptadas 38.081 (el 98 por ciento). A fecha de febrero, había un total de 165.491 beneficiarios de las mismas (de ellos, casi 30.000 personas con subsidio agrario), con un gasto de 109,6 millones y una cuantía media de 783,2 euros.
La comunidad andaluza se convirtió en una de las cuatro regiones en las que subió el paro. Lo hizo en 10.060 personas, el 0,94 por ciento más que el mes anterior, hasta contabilizar 1.079.454 desempleados. Son 46.997 menos que un año antes (-4,17 por ciento).
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, tildó de «malo sin paliativos» la evolución de desempleo en marzo, que atribuyó en buena medida a la agricultura «por el fin de las cosechas», sobre todo del olivar, y pidió al Gobierno central que «ayude a Andalucía y ponga en marcha ese plan extraordinario de empleo que necesitamos en este momento». El campo aportó 11.887 nuevos parados, al igual que el colectivo sin empleo anterior (3.748), mientras que el resto recortó parados. Se firmaron 340.608 contratos, el 96 por ciento de carácter temporal. La cifra de afiliaciones aumentó de media en 4.711 personas, si bien la región cuenta con 43.178 cotizantes más que hace un año.
En España el número de parados disminuyó en 16.620 personas y el de afiliados aumentó en 83.984 trabajadores durante el tercer mes del año, registrando los mejores datos contabilizados en un mes de marzo desde 2006, aunque aún hay 4,79 millones de personas inscritas en el antiguo INEM. El paro bajó más entre los hombres, con 13.935 desempleados menos (hasta 2.320.687), que entre las mujeres (2.685 menos y 2.475.179 paradas).
