En una comunidad donde la tasa de paro se dispara ya al 35% y donde los partidos coinciden en que el empleo es su prioridad más absoluta, los acuerdos deberían ser fáciles. Pero en Andalucía, hasta ahora, han sido una utopía. En el nuevo periodo de sesiones que arranca esta semana en el Parlamento poco parece que vaya a cambiar. Se vislumbra una guerra sucia -de "basuras", auguró Rubalcaba- entre PSOE y PP por sus respectivos casos de corrupción. Esto, aliñado con la confrontación entre el Gobierno de coalición andaluz y el de Mariano Rajoy por los recortes, hace muy difícil que se materialicen acuerdos.
Los partidos tienen ahora dos grandes oportunidades en el Parlamento para recuperar el crédito político. Una es el Pacto por Andalucía, la iniciativa de la Junta que la Cámara debe refrendar en el entorno del 28-F y otra, la comisión de control de la financiación de las formaciones, un órgano muerto desde que se creó en 1993 y que se pretende reactivar. En ambos asuntos hay, de momento, buenas intenciones.
La actualidad, sin embargo, empaña el consenso. PSOE, sobre todo, e IU también van a vapulear al PP por el escándalo de los sobresueldos en B que durante dos décadas supuestamente pagó el extesorero popular Luis Bárcenas a la cúpula del partido, entre ellos a Javier Arenas, exlíder del PP-A. Los populares andaluces, que lo niegan todo, van a contraatacar con el azote del caso ERE, judicialmente en punto muerto pero que el PP tratará de revivir.
En medio de esta batalla campal debe inaugurarse el paquete legislativo comprometido en el acuerdo programático de PSOE e IU (de las 28 leyes todavía no se ha aprobado ninguna) con normas como la ley de transparencia, de participación ciudadana, fiscalidad y lucha contra el fraude, la creación del Banco de Tierras y una nueva normativa para luchar contra los desahucios y reforzar la función social de la vivienda.
El curso parlamentario será intenso e inevitablemente estará marcado, además de por la agenda de Moncloa y Bruselas, por los movimientos internos en el PP andaluz e IU. Los populares, tras una sucesión indigesta, siguen sin nombrar candidato a la Junta, mientras que la federación de izquierdas se enfrenta en primavera al relevo de Diego Valderas, vicepresidente y bisagra en el Gobierno andaluz.
CARLOS ROJAS. Portavoz del PP
"El bipartito debe dar un golpe de timón y dejar la confrontación"
El PP-A no parará de exigir al Gobierno de izquierdas un "golpe de timón para cambiar todo lo que no funciona" y que ha llevado a Andalucía a una tasa de paro "insoportable". Pedirá, a través de iniciativas parlamentarias, que cambien las políticas de empleo, además de la "alta" burocracia y otros "obstáculos" económicos como el decreto del litoral. El portavoz popular, Carlos Rojas, no pierde la "esperanza" de alzanzar "grandes acuerdos", pero exige a la Junta que "rectifique". "Hasta ahora solo ha habido confrontación con el Gobierno central para difuminar la mala gestión del bipartito", recuerda. A su juicio, "tirar piedras sobre el tejado del Gobierno de Rajoy es un error". Rojas reconoce que el debate sobre la corrupción estará muy presente en el Parlamento porque en la Junta "hay mucha corrupción", y menciona el caso ERE o Invercaria. ¿Y el escándalo de Bárcenas? "Estamos muy tranquilos. El partido ha hecho lo que tenía que hacer, que son las auditorías, y extraordinariamente rápido. El PSOE intenta aprovechar cualquier cosa para sacar ventaja, mancillar y participar de esa agitación", replica.
F. ÁLVAREZ DE LA CHICA. Portavoz del PSOE
"Si el PP no alza la voz contra la injusticia, el consenso es difícil"
El PSOE no ve muy probable llegar a acuerdos con el PP. "Dependerá de la capacidad del PP-A de tener autonomía del Gobierno de Rajoy, si apoya o no que Andalucía tenga un plan de empleo como Canarias o Extremadura. Si no eleva la voz contra la injusticia, será muy difícil", admite el portavoz socialista, Francisco Álvarez de la Chica. Andalucía, aclara, no es la "oposición" al Gobierno, pero sí se notará el "contraste" de políticas. "Vamos a vigilar muy de cerca cualquier discriminación del Ejecutivo a esta tierra", advierte. La prioridad más inmediata que marca el PSOE es el Pacto por Andalucía, que "desembocará" en el Parlamento. Sin olvidar que casi toda la actividad del grupo pivotará sobre el empleo y lucha contra el paro, la defensa de lo público (educación, sanidad y servicios sociales) y la transparencia. Según De la Chica, "seguramente" la corrupción marcará la actividad en la Cámara porque "hay un malestar ciudadano", pero contrapone la "respuesta" del PSOE ante el caso ERE con la del PP por el escándalo de Bárcenas. "Hemos tenido casos que producen indignación, pero no los tapamos", defiende.
JOSÉ ANTONIO CASTRO. Portavoz de IU
"La sombra de Rajoy es desgraciadamente muy alargada"
Después de un periodo marcado por los "recortes impuestos" por Mariano Rajoy, que obligaron a la Junta a rehacer su Presupuesto y a elaborar el de 2013 con la máxima austeridad, ahora debe verse un "empujón legislativo", asegura José Antonio Castro, portavoz de IU. Enumera leyes como la de transparencia, participación ciudadana, memoria democrática de Andalucía, fiscalidad y lucha fraude, y la que blindará la función social de la vivienda. El empleo será el "eje fundamental" y, junto a él, la iniciativa del Pacto por Andalucía, que la Cámara debe refrendar. Castro confía en que los partidos sean capaces de llegar a acuerdos, aunque teme que el PP se descuelgue. El Parlamento, avisa, no hará oposición al Ejecutivo central pero "tiene la obligación irrenunciable de defender los derechos de los andaluces". La "sombra de Rajoy es desgraciadamente muy alargada", lamenta. Espera que la corrupción no acapare los debates pero reconoce que "no podemos obviar ese tema porque forma parte de las conversaciones en la calle". "IU siempre es temerosa de la actitud del bipartidismo pero estaremos atentos", señala.
