Diez meses después de su inauguración por el alcalde Juan Ignacio Zoido, el parque Vega de Triana 80 hectáreas de zona verde y de albero junto al Guadalquivir sigue siendo un lugar solitario, una vasta extensión de terreno carente de espacios umbríos y desprovista de los más elementales servicios para que los sevillanos, y los vecinos de Triana en particular, se atrevan a adentrase por sus lomas y patear sus inabarcables senderos salpicados de árboles y arbustos de escaso porte. Tan solitaria es su apariencia que en el arrabal, de hecho, ya hay quien lo ha bautizado como el parque de los rumanos, en honor a la pequeña colonia de ciudadanos de esta nacionalidad, únicos habitantes fijos del parque, que han hecho de la ribera del río su lugar de asentamiento, a pesar de los continuos intentos de la Policía Local por levantarles el campo, el último hace escasamente unos días.
- Manuel R.R. (ATESE)