El pasado fin de semana se ha convertido en el más trágico en cuanto a siniestralidad en lo que llevamos de año. En total 26 personas, de las que ocho eran motoristas y siete peatones, perdieron la vida en los 24 accidentes mortales que se registraron en las carreteras españolas desde las 15.00 horas del viernes hasta las 24 horas del domingo, según informó la Dirección General de Tráfico (DGT ).
Los datos muestran que son cinco muertos más que el segundo fin de semana de agosto del año pasado, que se saldó con 21 fallecidos. Asimismo, el fin de semana dejó una treintena de heridos, 15 en estado de gravedad. De los 24 accidentes, siete fueron salidas de vía. Además, hubo siete colisiones y siete atropellos de peatones. La mayor parte de los siniestros se debieron a distracciones del conductor.
La jornada del domingo, que dejó 13 fallecidos, se ha convertido en la más siniestra de que lo va de mes. Y es que a lo largo del día 8 se registraron un total de once accidentes mortales en los que, además de los fallecidos, hubo ocho heridos graves. Por su parte, el sábado tuvieron lugar diez accidentes en los que fallecieron diez personas.
Entre los accidentes más graves destaca el ocurrido la madrugada del sábado al domingo en el kilómetro 28 de en la AP-1, a la altura de Briviesca (Burgos). En el siniestro fallecieron un bebé de seis meses y un niño de 2 años, al salirse de la vía el vehículo en el que viajaban junto a sus padres y otros dos hermanos, todos de origen británico. En Orense, por su parte, un joven de 19 años murió y otros tres, de edades comprendidas entre los 17 y los 35 años, sufrieron heridas muy graves, también al salirse de la vía el coche en el que circulaban.
Cuatro personas murieron atropelladas durante el fin de semana. Dos de los sucesos tuvieron lugar en Andalucía, donde un hombre de 74 años falleció en un camino vecinal de Vícar (Almería) y otro, de 68 años, en Baza (Granada). Además, un joven de 19 años sufrió un atropello en Alió (Tarragona) y una mujer de 57 en Monforte de Lemos (Lugo).
Bolis caídos. Ante las graves cifras de siniestralidad del fin de semana, el director general de Tráfico, Pere Navarro, descartó que los accidentes se deban a la huelga de bolis caídos que mantienen los agentes de la Agrupación de la Guardia Civil. Navarro insistió en que los datos no significan una ruptura en la tendencia al descenso que se lleva produciendo en los últimos meses. "Hay fines de semana buenos y malos", afirmó.
Igualmente, el director general de Tráfico pidió prudencia a los conductores, especialmente a los motoristas, que vayan a comenzar o a regresar de sus vacaciones este domingo día 15, ya que en 2009, ese fin de semana, se cobró la vida de 31 personas. Sólo el día 15, sábado, murieron 18.
A pesar de las graves cifras de este fin de semana, hay que subrayar los datos del acumulado anual hasta el 8 de agosto, que da buena cuenta del descenso de la siniestralidad en nuestra red viaria. Hasta ahora se han contabilizado 991 muertos, que supone 174 menos que el mismo periodo del el año pasado, lo que representa un descenso del 15%.
