El patrón de San Juan de Aznalfarache recibe la medalla de oro de la villa

La talla ha estado expuesta unos días en el consistorio tras ser sometida a un complejo proceso de restauración.

el 14 may 2010 / 19:21 h.

El abuelo de Marta del Castillo observa el arroyo Caño Ronco a través del cañaveral

San Juan resucita tras años de penurias y lo hace agasajado por un pueblo que lo ha recibido con la concesión de la medalla de oro de la villa. El patrón de San Juan de Aznalfarache, sometido en el último año a un profundo proceso de restauración, obtuvo ayer este reconocimiento tras permanecer dos días en el patio del consistorio, en el que recibió la visita de los sanjuaneros.

Uno de ellos fue Elena Amador, que sólo le falta para ser de San Juan de Aznalfarache al cien por cien que hubiera nacido allí, algo que, por cierto, les pasa a todos, alcalde incluido. Casi ni recuerda la última vez que salió en procesión San Juan. No en vano, lleva más de 40 años sin salir por las calles del pueblo y la última vez hasta perdió algún dedo de la mano por una levantá mal dada. “Siempre escuché la leyenda urbana de que perdió un dedo”, indica, desconocedora de que aquella historia es real.

Fracturas, arañazos, pérdidas de dedos o restauraciones erróneas engrosan el largo parte de guerra de San Juan. La figura ha sufrido mucho, algo que constata la restauradora, María José Parrado, que es la que ha dado con la razón de parte de los males: la figura, que data del primer tercio del siglo XVII, no es apta para procesionar, sino para estar en el interior de una iglesia. Pero la restauración ha dado para más, como su origen y hasta su valor. Conforme se fueron eliminando capas de suciedad y barniz se halló “toda una obra de arte de gran valor”, según manifiesta Antonio Lissen, hermano mayor de San Juan.

Del mismo modo, a diferencia de lo que se mantenía a lo largo de la historia, esta imagen del patrón es oriunda de San Juan de Aznalfarache. “San Juan nunca salió de su pueblo”, precisa desmintiendo las teorías de que era de Valladolid.

Pese a las limitaciones, el patrón estuvo presente en el pleno extraordinario para recibir su merecida medalla. El alcalde, Fernando Zamora (PSOE), destacó que es la primera vez que la talla visita el consistorio y que su restauración tiene el gran cometido de “recuperar los bienes culturales del municipio y dejarlos como legado para las futuras generaciones de sanjuaneros”.

El propio Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache ha reconocido que el proceso de recuperación de esta imagen del Barroco, acometido por la Consejería de Cultura, fue complejo, hasta el punto de que muchas de las fases de limpieza de las capas se ejecutaron a punta de bisturí, eliminando una gran zona de la cabeza que otros habían repuesto con corcho, yeso y cemento. Tras todas estas capas, se escondía “la bella policromía original del siglo XVII” que, tal y como apuntó el pasado jueves el delegado provincial de Cultural, Bernardo Bueno, ha mostrado “la perfección de su elaboración”.

Tras recibir la medalla, la imagen regresó a la iglesia de San Juan Bautista, para reposar y residir en su pueblo de siempre y que sea contemplada por todos.

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