El peatón sigue tomando posiciones en la Alameda. El carril para el tráfico entre Antonio Susillo y Lumbreras es una opción que sigue levantando la polémica incluso cuando ya ha sido descartada por el Gobierno municipal. Pero no hay opciones. En la calle, asociaciones de padres, de peatones y comerciantes de la Alameda levantaban ayer sus pancartas: “No a la despeatonalización de la Alameda. Sí a otras alternativas”. Dentro, en el pleno de la junta de distrito, se quedaron sin posibilidad de elección: las propuestas en otras reuniones no se mantuvieron y no hubo más proposiciones.
Un centenar de personas se concentró el miércoles 3 ante la Casa de las Sirenas, donde se desarrolló el pleno del distrito Casco Antiguo que debía decidir si se reabre al tráfico de forma parcial la Alameda de Hércules.
La protesta, que convocaron asociaciones de ciclistas y peatones, vecinos, padres de alumnos del barrio y hosteleros de la Alameda, se desarrolló sin incidentes. No llegaron siquiera a cortar el tráfico por el carril para automóviles que actualmente atraviesa la plaza mientras está en obras una calle paralela.
"Vamos a quedar perjudicados si perdemos un espacio que conseguimos peatonalizar", explican Pablo Barco y Nieves Peña, de la asociación Peatones de Sevilla. "Se producirá un retroceso en el modelo de ciudad que queremos, además de la vuelta del ruido y de la posibilidad de accidentes de tráfico, porque el problema es que pasarán 4.000 vehículos al día por el carril que se ha plantado abrir", insisten. Por eso esta asociación "aplaude" la marcha atrás del Ayuntamiento, que primero apoyó la apertura de un carril entre las calles Antonio Susillo y Lumbreras a través de la Alameda, como habían reclamado sectores del comercio de la propia plaza para luego rectificar .
"Esa ubicación del carril-coche afectaría de lleno a dos negocios", explica Pepa Bracho, la propietaria del bar Divino, uno de los perjudicados por la medida. "Nos veríamos abocados al cierre y por eso nos parece una locura el proyecto de despeatonalización. Que se busquen alternativas como el cambio de sentido de la calle Bécquer o que se permita el giro a la izquierda al final de la calle Feria para entrar por Calatrava", expone.
Los manifestantes permanecieron a la puerta de la Casa de las Sirenas desde las 18.30 horas hasta que finalizó el primer turno de intervenciones del pleno del distrito Casco Antiguo, aproximadamente una hora después. En la manifestación, en la que abundaban urbanitas hartos de humo y padres con sus niños, además de ciclistas, se dejó ver la ex concejal de IU Paula Garvín.
Los representantes del PP en la junta de distrito –encabezados por la concejal Amidea Navarro– escenificaron otra estrategia de paso atrás. O no. Si comenzaron sus intervenciones defendiendo su anterior apoyo al informe de la Delegación de Movilidad, “como hicieron las asociaciones de vecinos y el PSOE”, señaló Salvador Navarro, porque era “la única opción”, cerraron su participación en el debate sobre el tema sin querer votar ni mantener la propuesta del carril.
“Insistimos en que no vamos a mantener la pantomima de votar o proponer algo cuando se sabe de antemano lo que se va a hacer”.
Así, las tres opciones que planteó el delegado del distrito, José Manuel García, al inicio de la sesión –la solución de Movilidad, el mismo carril pero sin control de cámaras, que habían propuesto los comerciantes del Centro, y el cambio de sentido de Bécquer para dotar de doble circulación a Calatrava– no se mantuvieron y por tanto no pudieron ser votadas. García anunció que tiene el encargo de plantear una alternativa que, “mientras sea delegado, no va pasar por el carril porque supone la pérdida de un espacio ganado para los ciudadanos”.
Para el PP, “ha sido el propio Gobierno municipal el que se ha creado el problema por una lucha que mantiene IU y el PSOE”. Enrique Arias, representante de los comerciantes, insistió en la idea: “Nadie contemplaba la despeatonalización hasta que la planteó Movilidad”. También aprovechó para apuntar cuál sería su modelo de Alameda ideal.
“Queremos el gran aparcamiento del Centro en la Alameda. Creo que lo conseguiremos alguna vez”. Este comentario fue de los pocos que hizo reír a los presentes, que aplaudieron a ratos y que se levantaron de la sala cuando acabó el debate sobre el carril y todavía quedaba pleno por delante.