Poco a poco se van incorporando los tocados al ritmo normal de los entrenamientos que dispone Unai Emery. Es normal que en pretemporada aparezcan las primeras molestias por las enormes cargas de trabajo. La mala noticia de ayer fue la retirada del entrenamiento de la tarde de Kevin Gameiro, con molestias en la rodilla que se lesionó días antes de la final de Turín. Por la mañana sí se pudo ver al atacante galo a buen ritmo. Lleva toda la concentración trabajando con prudencia. No han desaparecido los dolores de la rodilla derecha, pierna con la que anotó el penalti en la tanda decisiva frente al Benfica. Desde entonces arrastra Gameiro problemas en esa articulación. Por cosas así, el entrenador sevillista ha recomendado a sus jugadores que no fuercen la máquina. Unai les pide que paren un día o dos antes de caer lesionados de mayor gravedad. El que no pueda, que lo diga, se le pudo escuchar esta semana en el campo de fútbol aledaño al hotel de concentración. Estas palabras las pronunció después de lo que le ha ocurrido a Denis Suárez. El talentoso joven se tuvo que retirar el lunes del entrenamiento con algo más que una simple molestia: sufre una lesión miofascial en el cuádriceps izquierdo. El centrocampista tenía pequeños dolores, clásicos de pretemporada, y aun así forzó la máquina. Esto se debe a que su juventud y ganas le impidieron ver el peligro que se cernía sobre él si apretaba demasiado, tal y como reconocieron al Correo de Andalucía miembros del cuerpo técnico. Por esto mismo Unai puso como ejemplo la lesión de Denis. El técnico sabe que la competencia es máxima en la plantilla. Se ve en cada entrenamiento. Todos van a tope. Esta implicación es buena señal, aunque siempre con racionalidad. Jugar en el Sevilla se está poniendo muy caro. Monchi está trabajando para completar una plantilla todavía más fuerte que la campeona de la Europa League. La imprudencia de Denis es una muestra de esto mismo. Un pequeño pecado de bisoñez que lo va a dejar fuera de los entrenamientos durante casi tres semanas. Esta circunstancia puede apartarle de la primera gran cita que tiene el sevillismo esta temporada: la Supercopa de Europa el próximo 12 de agosto en Cardiff. Denis está a tiempo de llegar, aunque lo haría sin ritmo de partidos y sin haber convencido a Unai de que merece tener un hueco en su equipo titular. El resto de los tocados del Sevilla siguen con sus trabajos de recuperación, como Alberto Moreno, con una sobrecarga, al que ayer se le pudo ver corriendo con un recuperador del club por la mañana. El lateral ya se incorporó por la tarde al trabajo junto a sus compañeros. Una alegría que tapa un poco la retirada del césped de Gameiro. Desde el club se habla de precaución, pero es ya mucho tiempo el que ha pasado desde que el delantero procedente del PSG se lesionase en su rodilla. El miedo que el propio atacante tiene a lesionarse es uno de los problemas para su recuperación. Con el partido de esta noche en Rota se terminan nueve días de concentración del Sevilla en Costa Ballena. Esta semana larga ha servido para que la plantilla nervionense vaya cogiendo el tono físico necesario para encarar los importantes compromisos que comienzan en menos de un mes. Es la gasolina para el resto de la temporada, aseguran los preparadores físicos. Por otro lado están los profesionales, los que aseguran estar reventados con las palizas físicas que han tenido que sufrir estos días. De la concentración de este año cabe destacar el curioso asunto de Coke Andújar. La cara de incredulidad del jugador al enterarse por las redes sociales y los medios de comunicación de una oferta del Olympique de Marsella fue reveladora. El presidente zanjó el tema al día siguiente con una conversación con el propio jugador antes de atender a los medios de comunicación para admitir la oferta francesa. Sin embargo, la intención del Sevilla, mientras el club galo no suba la oferta hasta sus pretensiones económicas, es agilizar la renovación del lateral derecho. Coke no se quiere marchar y parece que cumplirá su ilusión de continuar en Nervión. La nota negativa de la concentración pasa por las molestias de Gameiro y la lesión de Denis Suárez. Nada de gravedad, pero siempre contratiempos bastantes habituales a estas alturas de la película.