Alberto Moreno y Tello saltan por un balón aéreo durante el partido de ida de esta temporada. / Alex Caparrós
La primera plantilla del Sevilla sigue preparando con mimo el partido del próximo domingo ante el Barcelona porque sabe que se juega demasiado ante uno de los mejores rivales de la Liga, precisamente en un momento en el que los de Unai Emery empiezan a sembrar de nuevo algunas dudas. El tropiezo accidental ante el Levante y la justa derrota en Málaga han provocado que el equipo vuelva a descolgarse de las plazas europeas y el Valencia esté ya al acecho pisándole los talones. Frente a los de Emery estarán los hombres de Gerardo Martino, que si bien tampoco están en su mejor momento después de ceder el liderato en favor del Atlético de Madrid, son siempre un equipo extremadamente temible por la enorme calidad de todos sus jugadores. Por este motivo, Emery no quiere dejar nada al azar y vuelve a cerrar los entrenamientos al público todos los días de la semana menos uno, para que nada pueda alterar la preparación de la plantilla.
El día es clave. Una victoria de este calado podría de nuevo lanzar la moral del equipo y dar otro arreón importante durante los próximos partidos. El objetivo no escrito del Sevilla es entrar, al menos, en la Europa League y cada vez faltan menos jornadas para terminar de agarrarse a una plaza europea para luego poder defenderla hasta que termine la temporada. Aunque desde el club se repita que el proyecto es a tres años vista, nadie oculta que el deseo es volver a jugar la Europea League la próxima campaña. La Champions, ese «objetivo ambicioso» que tenía o aún tiene Unai Emery queda ya a doce puntos y se antoja una misión prácticamente imposible.
Por el contrario, y en el peor de los casos para los intereses del sevillismo, una nueva derrota en casa permitiría al Valencia si gana al Real Betis en Mestalla este sábado empatar a puntos al Sevilla y plantarse a la semana siguiente en el Sánchez-Pizjuán en un partido a vida o muerte en el que el ganador seguiría metiendo presión al Villarreal mientras que el perdedor, quedaría muy tocado y bastante alejado de las plaza europeas.
Aunque la enfermería del Sevilla está ahora prácticamente vacía, sólo con el camerunés Mbia, algunos jugadores no están atravesando su mejor momento de forma y el entrenador se podría quedar sin el denominado fondo de armario de garantías necesario para poder competir. En la defensa Fazio es indiscutible mientras que Nico Pareja todavía no ha demostrado demasiado y ahora mismo es un central más. Carriço si aporta bastante junto a Fazio pero Emery opta en muchos partidos por alinearlo como pivote defensivo junto a Vicente Iborra. El técnico no confía demasiado en el uruguayo Cristóforo que está pasando completamente desapercibido esta temporada mientras que el alemán Trochowski no ha recuperado todavía su mejor nivel tras la grave lesión que estuvo a punto de obligarle a abandonar la práctica del fútbol profesional.
En la zona de ataque también hay varios jugadores que no pasan por su mejor racha en esta importante fase de la temporada. Jairo se ha desinflado tras un gran y prometedor arranque de Liga. Marko Marin sigue de lesión en lesión y poco está logrando para que el Sevilla se pueda plantear comprarlo o prorrogar su cesión. Y en la delantera, Kevin Gameiro acumula cinco goles pero todavía debe mejorar su rendimiento en el terreno de juego.
