Rakitic presiona a Diop. (Marcamedia)
La Liga encara sus dos últimos meses de competición. Quedan nueve partidos por delante en los que el Sevilla se juega su presencia en competición europea, el objetivo marcado por el club y que se complica por momentos. A la espera de lo que ocurra este lunes en el Betis-Getafe, el octavo puesto que ocupan los madrileños está a cuatro puntos y el séptimo en poder de los verdiblancos a cinco. Y uno de estos equipos o los dos sumará hoy. Todo ello siempre y cuando se confirme que hasta el octavo clasificado disputará competición continental.
Gana (Rayo Vallecano), pierde (Real Madrid), gana (Deportivo), pierde (Barcelona), gana (Celta), pierde (Mallorca), gana (Zaragoza), pierde (Levante). Ésta es la secuencia del Sevilla desde que Unai Emery se hizo cargo del banquillo y logró un empate en su debut liguero (Getafe) para, posteriormente, derrotar al Granada. Una reacción confirmada por el posterior triunfo sobre el Rayo pero que, luego, empezó a perder fuerza y el equipo entró en una dinámica que hasta recitaría un niño pequeño: gana, pierde, gana...
Y es que la cantinela no cambia: cuando juega en el Sánchez-Pizjuán, el Sevilla da lo mejor de sí y derrota e incluso golea a sus rivales (cinco victorias de cinco posibles); en cambio, cuando juega lejos de casa es otro (un empate inicial y ahora cuatro derrotas consecutivas, racha ésta que ya sufrió el equipo con Míchel al frente). Hoy en día es el segundo peor visitante del campeonato.
Los números hablan En estos momentos, el Sevilla suma 38 puntos, la cifra más baja registrada desde la temporada del descenso a Segunda. En aquella nefasta campaña 1999/00 llevaba 26 puntos con 29 jornadas disputadas. Desde entonces, el equipo ha presentado los actuales 38 puntos en dos ocasiones a estas alturas. La primera, en la temporada 2001/02, con Joaquín Caparrós al frente. El Sevilla era undécimo y acabó ocupando el octavo puesto. Y la segunda, en la 2003/04, cuando era décimo y al final terminó sexto, logrando su pase a la Copa de la UEFA.
El éxito de 2004 fue el punto de inflexión a partir del cual la progresión deportiva creció a pasos agigantados. El Sevilla conquistó títulos, disputó la Champions, llegó a pelear incluso por el mismísimo Campeonato Nacional de Liga... Luego, sus estrellas fueron marchándose, llegaron otras, al igual que llegaron fiascos, y la travesía, dura travesía para volver a lo más alto, se prolonga hasta hoy.
7 puntos sumados ante los 9 rivales que tiene por delante Para alcanzar el objetivo, el Sevilla debe ganar gran parte de los partidos que faltan (cinco en casa y cuatro fuera) por disputar. Si tomamos como referencia lo que hizo en la primera vuelta ante los próximos adversarios, el panorama es... negro: 7 puntos sumados de 27 posibles, tras firmar esta secuencia: derrota ante el Athletic en Bilbao (2-1), victoria frente al Betis (5-1), derrota ante el Atlético (4-0), derrota en casa ante el Valladolid (1-2), empate en el campo del Espanyol (2-2), derrota local ante el Málaga (0-2), derrota frente a la Real (2-1) en Anoeta y derrota en Valencia (2-0).
