Alejandro Cobaleda, en un partido con el Alcalá. Foto: Jesús Sánchez.
Alejandro Trigo Cobaleda (Sevilla, 23 de junio de 1989) se unió ayer a la nutrida lista de jóvenes que, armados con una mochila, un mapa y un puñado de euros, abandonan España en busca de un futuro menos cruel. Su historia sería similar a la de cualquier chico de su edad. Sin embargo, Cobaleda, su nombre de guerra, se marcha de su ciudad natal para tratar de triunfar en el fútbol inglés, el padre del artilugio. El cancerbero del CD Alcalá, con el que no ha renovado a causa de la oportunidad, se enrolará en la disciplina del modesto e histórico Gillingham FC, de la League One, torneo equivalente a la Segunda División B española, durante 10 días. Cobaleda voló ayer de Sevilla a Londres para cumplir con un reto que se ha grabado a fuego en el cuaderno de viaje: brillar en el país donde nació el fútbol.
La historia del arquero hispalense es la historia de un auténtico trotamundos. Cobaleda militó en la cantera del Sevilla FC antes de enrolarse en la disciplina de la AD Nervión, con el que brilló con luz propia en la Andaluza Cadete. Un ojeador del Atlético le cazó en edad juvenil. En la fábrica del Manzanares compitió por la titularidad con David de Gea, curiosamente en las filas del Manchester United inglés. Su carácter extrovertido propició su incorporación al Betis C en la 08-09. A cien metros de su hogar, Cobaleda incrementó su hoja de servicios y maduró para luego rellenar de nuevo el petate y recalar en el Rota, de Andaluza. Antes, y gracias a un intermediario argentino, recibió una propuesta de La Paz FC, siempre a la sombra de The Strongest y Club Bolívar en el torneo boliviano. A Cobaleda le atrae el fútbol desconocido. Asume la aventura del Gillingham FC sin inmutarse. Sólo serán 10 días de prueba. A ver si hay suerte, dice con desparpajo después de rellenar su curriculum con las experiencias en el Cádiz, en el que fue titularísimo de su filial, y el CD Alcalá de José Antonio Asián.
En el Gillingham FC competirá con un auténtico veterano de guerra del fútbol británico, Stuart Nelson. En su cuaderno de notas figuran señaladas en rojo sus experiencias en las filas del Norwich City, que en la 08-09 purgaba sus pecados en la Championship -Segunda inglesa-, y el Aberdeen escocés, con el que jugó la Liga Europa en 2009. Pero Cobaleda, uno de los arqueros mejor valorados de Tercera División en la anterior campaña, asume el reto sin vacilar. Ayer fue un pasajero más del aeropuerto, pero desde hoy es ya una de las esperanzas del fútbol modesto hispalense en alcanzar el éxito a nivel semiprofesional.
Desde hoy, el arquero madrugará a diario para acudir, puntual a la cita, al entrenamiento. Vivirá en una ciudad del Condado de Kent de apenas 100.000 habitantes y que abarrota cada 15 días el Priestfield Stadium, un coqueto recinto con 120 años de historia y miles de anécdotas. Allí, en una plantilla formada en su inmensa mayoría por ingleses y en la que milita el internacional jamaicano Deon Burton, tratará de hacer patria un sevillano con rol de intrépido aventurero y miles de kilómetros grabados en un diario que escribirá una nueva página.
