El Plan de Ordenación Urbana de Écija (PGOU) estará expuesto durante los dos próximos meses para recibir las alegaciones al documento aprobado provisionalmente el pasado 13 de noviembre. De forma paralela, el plan de recibir los informes de los distintos organismos.
De estos, los más importantes son los informes de impacto ambiental que debe emitir la Consejería de Medio Ambiente y el informe sectorial de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio. El primero fue entregado en mano ayer mismo, según fuentes de la concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento ecijano.
Sobre el segundo se pronunció hace menos de un mes el consejero del ramo, Juan Espadas Cejas, que confiaba en "culminar la tramitación del PGOU en los próximos meses, de manera que se pueda aprobar definitivamente en el año 2009". En ese sentido, Espadas Cejas se comprometió a colaborar "en lo que esté en mi mano para que el proceso se realice lo antes posible".
"En el PGOU está el futuro y el desarrollo de Écija", enfatizó el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, que considera "fundamental despejar dudas" acerca del documento y su validez. En este sentido, el alcalde de Écija, Juan Wic (PSOE) recuerda que "el plan ha sido realizado de la mano con los técnicos de la Consejería para evitar discrepancias en cuanto a las competencias, por lo que esperamos poder aprobarlo definitivamente en unos meses".
Wic subraya, además, el apoyo obtenido por el plan en su aprobación provisional, mayor que el que tuvo el documento en su aprobación inicial, en noviembre de 2006. De hecho, el PGOU pasó el trámite de su aprobación provisional gracias a que el PP cambió el sentido de su voto (se abstuvo en la aprobación inicial) dando por buenos el recorte de 3.000 viviendas menos en las previsiones de crecimieto y el diseño "más compacto", dos simples cambios que, en opinión del portavoz del PP, Ricardo Gil-Toresano "han convertido un mal PGOU en uno pasable".
Sin embargo, el PSOE sostiene que el PGOU aprobado en noviembre pasado sigue manteniendo las mismas líneas generales que aparecían en el texto de 2006, sólo que revisado y recortado para adaptarlo a las normas del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA).
